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Cómo purificar y potabilizar agua en la naturaleza y la montaña

Potabilizar y purificar agua en la montaña y la naturaleza es fundamental. Filtros, Steripen, Pastillas, os explicamos como acabar con virus, bacterias y parásitos.
Agua buena en la montaña, fundamental. Foto: Katadyn
Agua buena en la montaña, fundamental. Foto: Katadyn

El agua es la base de la vida. Aunque siempre es fundamental, en actividades de montaña y aire libre, que unen un esfuerzo deshidratante con una posible carencia de agua, la hidratación se convierte en algo crítico.

En ocasiones el agua que encontremos será dudosa y su purificación será necesaria. Aunque en la montaña es posible encontrar lugares en los que obtener agua potable, la aparente pureza de la misma puede estar contaminada por la presencia de ganado en zonas superiores, por el cuerpo de un animal sumergido, etc.

Y eso en grandes cordilleras húmedas; en lugares con fuerte estiaje, de clima mediterráneo, como parte de nuestro país, la poca agua que se puede encontrar suele ser de dudosa procedencia.

Por eso es bueno cargar con elementos de potabilización que nos libren de problemas intestinales que podrían dar al traste con nuestros planes y, lo que es peor, con nuestra salud.

Uno de los motivos por los que hay quienes se resisten al empleo de estos métodos en lugares como la alta montaña tiene que ver con que, hasta no hace muchos años, los sistemas asequibles y de poco peso existentes, (aquellos que se usaban en actividades “domésticas”, fuera de expediciones), prácticamente se reducían a las pastillas, que además de lentas (hay que dejar aplicar durante tiempo), en aquel entonces dejaban un fuerte sabor a cloro, (esto último ha mejorado).

Hoy en día las cosas son diferentes. Los sistemas “físicos” modernos que permiten beber sobre la marcha han cambiado el juego, sobre todo en nuestras montañas, en las que la incidencia de virus en agua es muy improbable. Aunque, quizás, la verdadera revolución venga de los sistemas de luz ultravioleta, como el Steripen. Después veremos todos ellos.

Normas básicas para la toma de agua

  • Aunque la vayamos a potabilizar, siempre hay que intentar que el agua que recojamos sea corriente. Evitaremos en todo lo posible el agua de balsas, charcos, etc.
  • Cuanto más cerca de su nacimiento esté, más pura será. El agua de un manantial será más segura que la del río.
  • En lugares en los que no hay presencia humana cerca, el agua de nieve (con el cuidado debido, leed siguiente punto) es una buena opción...con muy poca capacidad mineral. Cuidado, esta falta de minerales puede deshidratarnos. Es conveniente añadirle algo, desde una gaseosa a cualquier té o isotónico.
  • Hay una creencia común por la que el agua de nieve puede consumirse de forma segura, pero no es del todo cierta. Suele ser seguro su consumo en la mayoría de casos porque, normalmente, la nieve se encuentra en la montaña en lugares sin contaminación animal, pero, por poner un ejemplo, son legendarios los problemas estomacales que se adquirían bebiendo agua de nieve, o derritiéndola a temperatura ambiente, en la antigua zona de acampada de Goûter y otros lugares alpinos. Recordemos la famosa frase: jamás bebas de la nieve amarilla.
  • Por cristalina que sea, y por cerca del nacimiento que estemos de un río, procuraremos evitar el agua de lugares con ganado, con algún animal muerto aguas arriba, excrementos, etc.

¿Qué microorganismos perjudiciales podemos encontrarnos en el agua?

Los patógenos que contaminan el agua pueden ser:

1. Virus

Son los microorganismos más pequeños. Miden entre 0’02 y 0’2 micrones.

Los de menor tamaño no son eliminados por la mayoría de sistemas físicos de filtrado, pero en la montaña europea, o la de cualquier lugar no humanizado, no son un problema en el agua, como explicaremos en el siguiente punto. (A veces se piensa lo contrario, que los virus sí son un problema, debido a que suelen confundirse virus con bacterias. Todos hemos oído hablar del virus del Cólera, por ejemplo, pero no es un virus, es una bacteria, (Vibrio cholerae).

En cualquier caso, cada sistema indica a partir de qué diámetro filtra, y podemos cotejarlo con el tamaño de los más comunes. Veremos que la mayoría son filtrados. Por ejemplo, el virus SARS-COv2, causante de la enfermedad COVID-19, tiene un tamaño entre 100-160 nanómetros, y en las especificaciones de muchos filtros veréis que sí sería filtrado.

¿Por qué los virus no suelen ser un problema en la alta montaña?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que los virus se sirven de otros sistemas de transmisión, como el aire, etc. El agua no es un elemento propenso a la transmisión viral, y los virus transmitidos por agua son específicamente humanos, como el de la Hepatitis A, no animales, que es el mayor foco de contaminación de aguas en montaña. Su sistema de transmisión a través del agua es ingesta humana - heces - ingesta humana.

Después: por sus características no se reproducen por si mismos: requieren de las células vivas de un “huésped” en donde penetrar y producir más partículas virales.

Es decir: una vez en el agua, a diferencia de bacterias y otros microorganismos, no se reproducen, aunque pueden sobrevivir por un tiempo no largo. Cuando vuelven a introducirse en otro humano, vuelven a reproducirse. Pero en el agua no lo hacen, por lo que, en caso de producirse contaminación de la misma por humano, su concentración en un lugar como un río de montaña de agua viva sería extremadamente baja, puntual e irrelevante. Y en casi la totalidad de casos no existe siquiera esa mínima e irrelevante contaminación. A todo esto hay que añadir lo ya dicho: salvo pocas excepciones, los virus no se transmiten por el agua. (De momento, sigue sin haberse constatado contagio por agua del COVID-19).

Resumiendo: fuera de lugares densamente poblados con abundantes aguas residuales contaminadas y no tratadas correctamente, no suponen un problema. De manera que es prácticamente descartable la posibilidad de contagio en aguas de alta montaña pirenaica, por poner un ejemplo, y sin embargo alguien puede llegar a contagiarse de los escasos virus transmisibles por el agua en una zona densamente habitada con un sistema de tratamiento de aguas residuales y de potabilización inexistente o ineficaz.

2. Bacterias

Más grandes que los virus, pero más pequeñas que los parásitos. Su tamaño está entre 0’2 y 5 micrones. Causan cólera, tifus, etc. Escherichia coli, Salmonella, etc. Son eliminadas por los purificadores físicos.

3. Parásitos

Los más grandes de los microorganismos. Entre 1 y 15 micrones. Amebas, Protozoos como Giardia, Gusanos. También son eliminados por los purificadores físicos.

SISTEMAS DE PURIFICACIÓN

1. Por hervido

Una de las formas más simples de eliminar microorganismos es hirviendo el agua. Pero eso no es siempre posible, y mucho menos durante la actividad.

Además de que, por su temperatura, hay que esperar a que se enfríe para poder beberla, conlleva cargar siempre con hornillo, gas y cacerola, incluso para una salida corta de día, y tener que hervir cada vez que se nos termine el agua durante la excursión y tengamos que recargar la cantimplora a mitad de la misma.

Sigue siendo un buen sistema para campamento, etc.

2. Sistemas de purificación física

Nos referimos a los sistemas no químicos más comúnmente usados. Son filtros y membranas de 0’1 a 0’2 micrones de diámetro de poro, que eliminan el 99.9% de bacterias y parásitos, además de los virus de tamaño mayor al del filtro, que son la mayoría. Como ya hemos dicho, el virus de la COVID-19 tiene un diámetro entre 0’1 y un 0’16 micrones, filtrado por muchos sistemas físicos.

Msr Hyperflow Microfilter. Filtro tradicional, mínimo espacio y peso para llevar siempre encimaMsr Hyperflow Microfilter. Filtro tradicional, mínimo espacio y peso para llevar siempre encima

Hasta hace poco, los sistemas físicos eran pesados, más destinados a campamento que a la actividad durante el día. Pero ahora ocurren dos cosas:

  • Los tradicionales son más ligeros, y hay versiones "de bolsillo".
  • Han llegado los sistemas de bidón.

2.1 Sistemas de bidón

¿En qué consisten estos bidones?

Aparentemente son bidones como cualquiera de los usados por corredores y montañeros pero, en su boquilla, incorporan un sistema de filtrado de 0’1-0'2 micrones, según modelo. Los llevamos encima en carrera, trekking, etc, y bebemos de ellos como con cualquier otro bidón, pero con la garantía de eliminar bacterias, parásitos, y la mayoría de virus, en el improbable caso de que hubiera. Nos proporcionan agua potable de forma instantánea y muy cómoda.

Katadyn BeFree. Tan simple como beber de un bidón
Katadyn BeFree. Tan simple como beber de un bidón
Salomon Soft Flask Xa Filter 490 ml
Salomon Soft Flask Xa Filter 490 ml

Podríamos decir que son una evolución de los “chupacharcos” que salieron hace pocos años, como el Lifestraw Personal. Siguen siendo un sistema excelente para beber "sobre la marcha".

Lifestraw Personal, chupacharcos, para beber sobre la marcha
Lifestraw Personal, chupacharcos, para beber sobre la marcha

El filtro Katadyn Befree, que también se vende por separado, se adapta a cualquiera de los bidones flexibles de 42mm de boca de la marca Hydrapak.

Filtro Katadyn Befree
¿Inconvenientes? Son más frágiles que los sistemas tradicionales. Debemos tener cuidado al limpiarlos como indica la marca, porque pueden dañarse y, a pesar de que siguen potabilizando y filtrando, obtendremos menor caudal de agua.

Y en condiciones de mucho frío, si se hiela el agua del filtro, dejará de poder utilizarse hasta que deshiele. Y además al helarse y dilatar puede dañar el filtro.

2.2 Filtros tradicionales

Los filtros tradicionales sirven para abastecer rápidamente a 1 o más personas, según tamaño. Los más grandes son grupales, y son más completos que los sistemas de bidón: muchos de ellos son Duales, y no sólo filtran, sino que eliminan la turbidez del agua, el mal sabor y olor del agua, etc.

Katadyn Hiker Pro Filter, pequeño filtro tradicional de purificación
Katadyn Hiker Pro Filter, pequeño filtro tradicional de purificación

3. Potabilización por ultravioleta

Un sistema altamente efectivo que ha revolucionado el mundo de la potabilización, de la marca Steripen. Un pequeño aparato de apenas 140 gramos que con luz ultravioleta elimina de forma no química el 99.9 por ciento de bacterias, parásitos y virus, y que avisa con una luz LED cuando el agua está lista para beber.

Potabilizando agua con el Steripen Ultra, por Ultravioletas
Potabilizando agua con el Steripen, por ultravioletas

Las ventajas son tan evidentes que ni las nombramos. Es algo verdaderamente eficaz, que sorprende cuando se conoce.

Los inconvenientes son 3:

  • Según los modelos, el filtrado (pero tiene solución, como vamos a ver). Podremos beber el agua, pero si la cargamos directamente, no filtrará los residuos que floten en ella.
  • El segundo es el problema para grandes cantidades. Purifica, según modelo, de 1 litro a 4 litros cada vez. Mas que suficiente para la mayoría, pero para un campo base con muchas personas, algo lento.
  • Y el tercero es el uso de batería. Algunos modelos permiten pilas AA recargables, otros cargan por USB con batería interna.

Para solucionar el problema del filtrado existe un prefiltro con adaptador que elimina totalmente los sedimentos. Se acopla perfectamente a los bidones de boca ancha de 1 litro del tipo Nalgene, y nos permite cargar el agua eliminando cualquier sedimento.

Adaptador y prefiltro que encaja en botellas de boca ancha tipo Nalgene
Adaptador y prefiltro que encaja en bidones de boca ancha tipo Nalgene

Cuidado con el prefiltro: como puede verse en la foto, es una boquilla igual que la de cualquier bidón, pero no hay que beber de ella. Es una válvula de succión: al abrirse y sumergir en agua la botella (o caer el agua sobre ella), se llena automáticamente el bidón, filtrando el agua. No debe usarse posteriormente para beber de la forma habitual, puesto que el agua haya quedado dentro del prefiltro y válvula no estará potabilizada.

Colocado en una botella de boca ancha tipo Nalgene, el adaptador, tras extraer el prefiltro, también sirve para usar de la forma más cómoda y eficaz el Steripen: boca abajo.

Steripen Classic 3 con prefiltro y botella de boca ancha, usado boca abajo con el adaptador
Steripen Classic 3 con prefiltro y botella de boca ancha, usado boca abajo con el adaptador

4. Potabilización química

Llegamos a lo más clásico, los sistemas de potabilización por pastillas o gotas.

Suelen ser combinaciones de Cloro con iones de plata. También hay quien usa lejía apta para consumo, pero fuera de casa, puesto que hay que comprarla a litros y buscar forma de transportar pequeñas cantidades para llevar en la mochila durante la actividad, es mucho más seguro y cómodo emplear pastillas potabilizadoras.

Sus ventajas son:

  • Muy bajo precio
  • Nulo peso y espacio
  • Eliminación de virus, en los lugares muy humanizados en los que esto pueda ser un problema (viajes, etc)
Pastillas Micropur FortePastillas Micropur Forte
Sus inconvenientes son:

  • El agua queda con sabor a cloro (pero puede camuflarse con isotónicos, té, etc)
  • En caso de que nos equivoquemos al echar las pastillas y pongamos de más podemos tener algún problema.
  • Perjuicio para el organismo en el caso de uso continuado y frecuente. El consumo debe ser limitado en el tiempo.
  • Exige espera: para bacterias y virus suele ser de 30 minutos, pero en algunos casos, como para eliminar Giardia, puede ser de hasta 2 horas. Requiere de planificación, y no sirve para para abastecerse de agua sobre la marcha.
  • Con agua fría, como la que habitualmente encontraremos en la montaña, la eficacia disminuye. La tabla de la marca nos indicará un aumento de dosis, lo que supone un aumento en sabor químico del agua.

Sobre la espera, puede ser un mayor problema cuando hacemos travesías en las que los puntos de toma de agua están muy distantes, incluso a 1 día o más. ¿Por qué? Porque eso significa que no podremos saciar la sed en el punto de recogida de agua. Normalmente cargaremos el agua, seguiremos y, cuando haya hecho su efecto la pastilla, beberemos. Eso significa que saciaremos nuestra sed con nuestra reserva de agua para el camino, disminuyendo ésta. Con un filtro físico o un steripen, saciaremos nuestra sed en el punto de recogida, y mantendremos intacta nuestra reserva.

Sin embargo, y por si acaso, y como no ocupan nada, podemos llevar en nuestras incursiones en la montaña siempre alguna pastilla.

Para viajes sigue siendo un sistema eficaz; en sitios de riesgo, durante los mismos podemos beber agua embotellada, y usar estos sistemas para un apuro, para lavarnos los dientes, en caso de desconfianza de la procedencia del agua, etc.

Se recomienda que el agua esté limpia. En caso de agua turbia, su efectividad disminuye, por lo que puede ser buena idea filtrar o decantar de alguna manera el agua.

Y algo importante: puesto que se trata de productos químicos, hay que seguir al pie de la letra las instrucciones, en las que se detallan las dosis y tiempos exactos según tipo, temperatura y cantidad de agua, etc.

Potabilizando agua con la luz solar: el método SODIS

Por último, vamos a ver un sistema que, si bien es de difícil uso en la naturaleza y en situaciones de movilidad, pensamos que es bueno conocer y difundir.

En el año 1984, el Profesor Aftim Acra, de la Universidad Americana de Beirut, descubrió las propiedades de desinfección de agua que tenía la radiación solar.

EWAG, el Instituto Federal de Ciencias y Tecnologías del Agua del Gobierno suizo, tomó el relevo en la investigación en los años 90 del pasado siglo, hasta que ideó un sistema estructurado, muy simple, que de manos de los organismos internacionales, se ha extendido con notable éxito por el mundo, especialmente en los países en vías de desarrollo, y son ya millones de personas las que lo utilizan de forma diaria, solucionando graves problemas de salud en sus comunidades.

La cosa, sin entrar en detalles exactos de funcionamiento que podréis descubrir en los elementos enlazados más adelante, es tan simple como que solo se necesita una botella de agua fabricada con PET, de un máximo de 2 litros, y la exposición al sol de la misma durante un mínimo de 6 horas que incluyan las del mediodía (dependiendo de latitud, días nublados, etc, este tiempo variará). En realidad, con matices, la base es un sistema de potabilización por UV como Steripen, pero alargado en el tiempo.

Sistema SODIS en un colegio rural en Bolivia. Foto: Fundación SODISSistema SODIS en un colegio rural en Bolivia. Foto: Fundación SODIS

Es evidente que no es factible para travesías por montaña y naturaleza, puesto que las botellas no pueden moverse durante el periodo de exposición solar, no funciona en días de mal tiempo o con nubes, y el agua queda muy recalentada, de manera que tendrá que pasar al menos una noche más para que su temperatura sea adecuada, pero es bueno conocerlo.

Toda la información sobre el sistema está en las publicaciones abiertas a su uso tanto del EWAG como de organismos internacionales, y os recomendamos que allí consultéis en detalle cómo funciona el método SODIS y los estudios sobre su eficacia.

Aquí podéis descargar en PDF el manual y todos los datos e investigaciones sobre SODIS, publicado en abierto por el Eawag. Y aquí podéis acceder a la web oficial.



Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.

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Comentarios

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1 comentario

1. Umeiro - 16 Ago 2020, 23:10
Si los puntos de agua están muy espaciados, se hace más importante el tiempo de espera de los potabilizadores químicos. Con un filtro físico, podemos hidratarnos a voluntad en el punto de agua y seguir caminando con nuestra reserva de agua. Aunque puede parecer una diferencia trivial, aporta calidad de caminata si no vuelves a encontrar agua en el campo hasta el día siguiente. En mi caso, en la Sierra Alta de California a final de verano.

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