Del running a las carreras por montaña. Diferencias y 15 consejos fundamentales para dar el paso
¿Eres corredor de asfalto?¿Has soñado con dar el salto a las carreras por montaña? Aquí te explicamos a qué te enfrentas y cómo hacerlo.
Un arnés para cada actividad: escalada, alpinismo, barranquismo, espeleología...
Los arneses son parte parte fundamental del equipamiento para montaña y escalada. Convierten nuestro cuerpo en un sistema de agarre y retención que nos permite integrarnos en la cadena de seguridad.
En los primeros (y no tan primeros) tiempos del alpinismo y la escalada, los alpinistas y escaladores se ataban la cuerda sobre ellos mismos por medio de diferentes sistemas. La efectividad, sobre todo en caídas verticales, no era muy buena. Eran sistemas de sujeción para evitar males mayores, pero con los que, realmente, era mejor no caerse.
Suele considerarse que el primer arnés para alpinismo y escalada fue el diseñado por René Desmaison en 1959, de cuerpo completo e inspirado en los de paracaidismo. Para encontrar el primer y tan extendido actualmente arnés de cintura tenemos que irnos ya a 1970, cuando Don Whillans diseñó uno para la expedición británica al Annapurna.
Si lo comparamos con piolets, crampones, etc, vemos que, en realidad, es un material bastante nuevo en el mundo de la montaña. Sin embargo, hoy sería imposible imaginar el alpinismo y la escalada sin ellos: junto a las mejoras de la cadena de seguridad en general, han propiciado, por ejemplo, que el grado en escalada deportiva (y con él el de la escalada clásica y alpinismo) suba hasta los límites actuales, al permitir caídas continuas seguras.
Si bien el arnés es un elemento bastante polivalente -por ejemplo, un arnés de cintura para alpinismo o big wall no nos impedirá escalar en deportiva con él-, podemos encontrar de unos cuantos tipos. Y la primera división, como suele ocurrir, viene marcada por la norma.
Pero antes de indicarla, veamos las partes de un arnés: esto es muy importante, ya que, con el tipo de arnés más usado, no nos engancharemos del mismo punto si nos atamos con una cuerda o si nos enganchamos con un mosquetón.
Es fundamental que el arnés sea de nuestra talla. En caso de ser pequeño, nos incomodará, y puede que además la cinta para cerrar la hebilla sea demasiado corta (por motivos de seguridad, tiene que sobresalir una buena distancia una vez cerrada). En caso de ser grande, comprometemos nuestra seguridad en caso de caída.
Puesto que es fundamental que el arnés se adapte perfectamente para distribuir bien las fuerzas en caso de caída, la mayoría de los que se fabrican tienen modelo para mujer, con el cinturón más alto, y por tanto los elásticos de las perneras más largos para que caigan sobre el lugar adecuado.
Los arneses no son eternos. Tenemos que revisar con asiduidad sus cosidos y, sobre todo, los posibles desgastes en las zonas de roce, especialmente en el enganche inferior del doble enganche.
No debemos guardarlos nunca húmedos, y procuraremos no secarlos al sol.
Cualquier material de cinta (expreses, arneses) no debe tener contacto con productos químicos, resinas, etc.
Para más información, te invitamos a leer este artículo sobre cuidado y mantenimiento de arneses y elementos textiles de escalada.
Tiene que quedar claro que los portamateriales no son un elemento de seguridad. Sirven para transportar material, pero jamás debemos emplearlos para engancharnos a la cuerda, enganchar en ellos cabos de anclaje, asegurar, ni ninguna otra maniobra similar.
No están preparados para ello, y nos pondríamos en grave riesgo.
Las normas que certifican los arneses para cualquier actividad de montaña son UIAA 105 y EN 12277:2015, Equipos de Alpinismo y Escalada. Arneses.
Además de indicar la resistencia del anillo ventral, que es de 15kn, indica que pueden ser de 4 tipos:
Como vamos a ver, los más usados son los de clase C que, en la vida real, una vez cumplida la normativa de seguridad, pueden ser de varios tipos, según la actividad.
Son los arneses integrales, completos. Como hemos dicho, son los primeros que se crearon, y muchos los consideran los más seguros en caso de caída (aunque algunos estudios en los últimos años, que requieren de mayores confirmaciones, ponen esto en duda), ya que reparten el impacto por todo el cuerpo, y el escalador no puede quedar boca abajo.
Sin embargo, limitan los movimientos, y su uso en la actualidad, en escalada y alpinismo, es meramente testimonial. Pueden ser buenos para personas con sobrepeso, y situaciones especiales.
Contra lo que pueda parecer, también es muy importante atinar con la talla en un arnés integral: si el arnés es pequeño, y los anclajes quedan muy separados (especialmente en el caso de haber 4), en caso de caída, la cuerda tenderá a acercarlos, estrujándonos.
Son integrales, como los de clase A, pero para niños (o adultos hasta 40 kilos). No pueden emplearse por encima de ese peso.
La norma les pide menor resistencia (10kn frente a 15kn)
Son los arneses de cintura, o pélvicos.
Son los más comunes y usados. Según la actividad, tendrán características propias, y podrán ser:
Tienen que ser bastante cómodos. En los últimos tiempos nuevos modelos han demostrado que ésta depende más del diseño, anchura, y de la distancia entre anillo ventral y perneras, que del acolchado. De hecho, los modelos con mucho acolchado pueden ser más incómodos.
Es importante que lleven algún sistema de ventilación en cinturón y perneras, con tela de rejilla, etc, al estilo de los respaldos de las mochilas.
Vamos a ver qué tipos de arneses de clase C.
Se busca la agilidad y la ligereza.
¿Anillo ventral y doble enganche?
No hay diferencia en cuanto a resistencia entre el anillo ventral y el doble enganche para cuerda.
Pero ocurre que, si nos encordamos de un solo punto, el golpe que recibe la cuerda es superior al que recibe si estamos enganchados de dos puntos separados. Y, además, con el doble enganche se distribuye la fuerza de choque, y tenemos un doble sistema de seguridad en caso de que, por uso, el desgaste rompiera en una caída uno de los enganches.
Sin embargo, el doble enganche, que debe usarse para encordarnos, no puede funcionar con un mosquetón: enganchado a los dos quedaría cruzado y trabajando en lateral (menor resistencia, recomendamos leer nuestro artículo Cómo elegir tus mosquetones para montaña y escalada).
Por eso, siempre que tengamos que realizar una maniobra de rápel, de aseguramiento, sobre un mosquetón, debemos usar el anillo ventral. Y siempre que tengamos que encordarnos, debemos usar el doble enganche.
También son de doble enganche, como los de deportiva. En realidad, las diferencias entre ambos no tienen que ver con la estructura, sino con el número de portamateriales, etc.
Si alguien solo quiere un arnés, y practica la escalada deportiva, el alpinismo, etc, este es su arnés. Es probable que en deportiva sea más incómodo, pero podremos hacer perfectamente la actividad, mientras que con uno de deportiva, careceremos de algo tan básico como los portamateriales necesarios para alpinismo.
Estos arneses antes se llamaban de descuelgue o de rápel. Tienen la misma resistencia que los de doble enganche, suelen llevar cintas finas (ya que su función es más de sujeción que de frenar caídas largas), y una característica fundamental: anillo ventral único y elevado.
El anillo elevado permite enganchar los mosquetones con seguridad, es más cómodo a la hora de rapelar, de enganchar a alguien para descolgarlo, o de emplear los conectores en una vía ferrata. Además, en caso de grupos, facilita el trabajo de atado y enganche de los clientes a los guías. Para evitar errores, y puesto que en ocasiones los usarán personas sin experiencia, el enganche superior suele ser de color destacado.
Vías ferratas, parques multiaventura, grupos, incluso para alpinismo no técnico y montañismo (ligeros y plegables), puede venir muy bien este arnés, que también se usa en expediciones.
Los arneses para barrancos tienen dos características fundamentales:
Son ultraligeros, sin acolchado, con cintas. Sin anillo ventral, para evitar enganches. Sus dos puntos de anclaje son bajos, para facilitar su uso con bloqueadores de ascenso (nos da más recorrido en cada izada).
Son arneses de pecho.
Son un complemento y se emplean siempre en combinación con un arnés de tipo C, creando de esa manera un arnés integral, para los momentos en los que se considere que este es necesario, (por ejemplo, en una escalada alpina con mucho peso en la mochila; si cayéramos con un arnés tipo C, voltearíamos con un peso que nos complicaría volver a la posición normal).
Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.
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