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Mosquetones de escalada: 10 errores fatales a evitar

Llevan mucho tiempo siendo la conexión necesaria entre los elementos de seguridad de la cordada. Con la especialización de la actividad se han creado multitud de tipos, formas, tamaños, resistencias, cierres... Su manejo acostumbra a ser sencillo, pero conviene tener claros sus puntos débiles para no caer en errores fatales. Te presentamos algunos de ellos.

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Los mosquetones, pieza básica en la escalada

Empecemos por lo básico: un mosquetón para escalada es una anilla generalmente metálica con una apertura que le permite conectar elementos de la cadena de seguridad: la cuerda al anclaje, el dispositivo asegurador al arnés o al aro de la reunión, el aro de la reunión al anclaje, el cabo de anclaje a la instalación de rápel… las combinaciones son variadas y numerosas.

La resistencia del mosquetón no es igual abierto que cerrado y esa apertura del mosquetón es, lógicamente, el mayor de sus puntos débiles como ahora veremos. Pero existen otros riesgos que también pasaremos a detallar en el artículo y que, por menos evidentes, conviene conocer para no relajarnos durante su uso.

Antes de seguir con la lectura, te recomendamos echar un vistazo al artículo sobre mosquetones en el que te explicamos todos los tipos y usos posibles, así como su historia y datos interesantes sobre cómo ha ido relajándose la normativa a lo largo de los años.

¿Es fácil partir un mosquetón?

La resistencia mínima exigible por normativa a un mosquetón es de 20 kN (2000 daN, aproximadamente 2000 kilogramos-fuerza) aumentado a 25kN en los mosquetones para ferrata (tipo K) y en los maillones (tipo Q). En el caso de los mosquetones ovales (tipo X) por su especificidad la resistencia exigible es solo de 18 kN.

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Resistencias mínimas según normativa EN-12275 UIAA-121
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Resistencias estampadas en el mosquetón tipo B de bloqueo automático Pure Slider de Edelrid

Pero estas exigencias, que son suficientemente seguras, tienen una cara oculta. Se refieren siempre a ensayos de laboratorio suspendidos en el aire sobre el eje longitudinal y con el mosquetón cerrado, algo que no siempre sucede en las actividades de montaña. Las resistencias exigibles en el eje transversal o con el mosquetón abierto son en torno a un tercio de lo que se exige en eje longitudinal.

Pongamos un caso práctico: una cinta express con sus mosquetones de tipo B, los habituales en estos casos, en el primer seguro de un largo intermedio de una vía de escalada. Quien lidera la cordada en ese largo cae sobre ese seguro generando una caída de factor próximo a 2. El golpeo del mosquetón contra la roca provoca que durante una mínima fracción de segundo, el gatillo se abra. La fuerza de choque transmitida por la cuerda para uso en simple utilizada hace que se parta el mosquetón. Nada puede achacarse a un fallo de material: la cuerda cumplía la normativa (fuerza de choque transmitida no superior a 12 kN), el mosquetón cumplía la normativa (resistencia con mosquetón abierto no inferior a 7 kN) y, aparentemente, no hubo error de técnica que provocó la rotura.

Observamos en este caso que, entre los 7 kN mínimos que soporta el mosquetón abierto y los 12 kN máximos que transmite la cuerda en factor 2, existe un amplio margen para sufrir un accidente sin que exista responsabilidad en la rotura del mosquetón.

Así pues, se tienen que dar varias eventualidades negativas para que, en situaciones no achacables a un error (aunque evitables), se produzca la rotura de un mosquetón. La concatenación de circunstancias desfavorables (factor 2 de caída y apertura involuntaria) es lo que, por tanto, debemos ser capaces de evitar.

En otros casos diferentes al del ejemplo, además de la caída del escalador que va de primero se tienen que dar de nuevo otras eventualidades peligrosas como malas posiciones del mosquetón, malos chapajes, daños no tenidos en cuenta o usos incorrectos de un mosquetón específico para que el accidente o el incidente suceda.

Entonces, ¿es fácil que un mosquetón se abra involuntariamente?

No, una apertura involuntaria no es nada habitual y, de hecho, es estadísticamente improbable aunque pueda parecer que sucede con cierta regularidad debido a que todas las roturas, por extrañas, trascienden al conocimiento público. Lo cierto es que con un mosquetón con el seguro bloqueado eso no puede pasar y con los mosquetones sin seguro es difícil si cumplimos con las normas a la hora de pasar la cuerda. Enseguida repasaremos estas sencillas normas, pero antes te dejamos aquí este enlace al artículo sobre cintas exprés en el que repasamos algunas de las precauciones básicas de seguridad que hay que tener para no tener ningún susto.

Como acabamos de decir, los accidentes por rotura de mosquetón son extremadamente raros y aquellos casos en los que han sucedido se han debido generalmente a dos factores: errores de técnica o de mantenimiento. Vamos a repasar los errores más comunes y agruparlos en estos dos grandes grupos para que puedas conocerlos bien y prevenir que sucedan.

Errores de técnica con los mosquetones

Los errores al emplazar o chapar los mosquetones no siempre provocan la rotura o deterioro de la pieza. Colocar mal un mosquetón o la forma de hacer pasar la cuerda a través de él a veces “solo” (léase el “solo” con todas las comillas que quieras añadir) implica la apertura involuntaria.

1. Olvidar cerrar mosquetón de seguridad

Un error tan habitual como peligroso. Comienzas a asegurar a tu pareja de escalada, o montas la reunión, o inicias un rápel, o te anclas a un seguro… y al rato descubres que el cierre del mosquetón de seguridad no está cerrado.

¿Cómo evitarlo?

El cierre del mosquetón de seguridad tiene que ser un acto mecánico y verificado. Si no confías en tu capacidad de realizarlo de modo instintivo tal vez deberías plantearte utilizar mosquetones con bloqueo automático o mosquetones de bloqueo de rosca con testigo de aviso de rosca abierta.

2. Cargas triaxiales

Una carga triaxial es aquella que se produce sobre los dos ejes, en los dos sentidos del eje longitudinal y en otro del eje transversal. A veces, en maniobras complejas tendemos a llenar un mismo mosquetón con reenvíos y cargas en varias direcciones, lo que afecta enormemente a su resistencia.

¿Cómo evitarlo?

Las cargas triaxiales son fácilmente evitables. Aprende las técnicas para no tener que ejercer tensiones en tres vectores o, si la carga triaxial es inevitable como al tener que conectar un bloqueador o un descensor a un arnés de anclaje de dos puntos, utiliza un maillón semicircular o delta. En caso de maniobras complejas, usa un solo mosquetón para cada función de la maniobra.

3. Cargas transversales

Ya hemos dicho que la carga máxima transversal de un mosquetón puede llegar a ser de aproximadamente un tercio del valor de resistencia longitudinal. Esta carga transversal puede darse de un modo fácil al asegurar desde el arnés, cuando el movimiento de dar cuerda puede provocar el giro del mosquetón dentro del anillo ventral. 

¿Cómo evitarlo?

El uso de mosquetones captivos es una solución sencilla y eficiente. Una pieza bloquea el movimiento dentro del anillo ventral para los mosquetones de seguridad y en el caso de los mosquetones de los conjuntos express es una buena práctica llevarlos con el bloqueador de goma (el popular "calzoncillo") para evitar igualmente su movimiento y permitir que trabaje siempre en el lado más cercano al eje mayor.

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Conjunto express Bulletproof con bloqueador del mosquetón de la cuerda

4. Chapar el mosquetón del anclaje a la cuerda

No es un error excesivamente grave, aunque las consecuencias lo pueden ser. A veces, sobre todo cuando empleamos conjuntos express que no son nuestros, podemos equivocarnos y chapar el mosquetón de la cuerda (habitualmente con gatillo curvo) en el clavo o chapa. El movimiento del mosquetón dentro del anclaje metálico puede provocar que se dañe la parte interna del mosquetón, lo que no tendría consecuencias demasiado graves ya que siempre va a estar en contacto con partes metálicas. Sin embargo, si cambiamos el uso del mosquetón es posible que dañemos la cuerda al pasar junto a partes afiladas.

¿Cómo evitarlo?

En conjuntos express con mosquetones no diferenciados, deberíamos marcar de algún modo el mosquetón que siempre va a ir al anclaje y comunicarlo a la persona con la que escalemos para mantenerla informada de qué uso tiene cada mosquetón del conjunto express.

5. Aperturas involuntarias

El paso de la cuerda junto a la rosca o la vibración del mosquetón de seguridad durante un rápel o asegurando, provoca su apertura. Estas vibraciones o giros inesperados que provocan la apertura del gatillo se pueden dar también al conectar dos mosquetones juntos sin una cinta entre ellos, lo que es el popular "mosquetón con mosquetón..." y que hay que evitar a toda costa.

También se puede producir apertura involuntaria cuando el gatillo apoya contra un saliente de la roca o ha quedado enganchado con el anclaje o una cinta. Los conjuntos exprés han de tener siempre los gatillos de los dos mosquetones mirando hacia el mismo lado para evitar que un movimiento lateral deje el mosquetón del anclaje con el gatillo apoyado sobre la chapa, lo que provoca su salida accidental.

¿Cómo evitarlo?

En mosquetones de seguro, situar el gatillo al lado contrario de la cuerda o utilizar mosquetones con cierre automático. Al rapelar de un maillon, comprobar que ningún hilo de la rosca es visible. Vigilar que los gatillos de los mosquetones sin seguro nunca están en contacto con ningún elemento que los pueda abrir inesperadamente.

6. Efecto latigazo (whiplash)

En una caída, la enorme tensión repentina de la cuerda o el posible golpe contra la pared (o ambas cosas) provoca una vibración en el mosquetón que puede provocar una casi imperceptible apertura del mosquetón, reduciendo hasta casi un tercio de la resistencia longitudinal del mosquetón cuando más necesaria es. En caídas con transmisión de fuerza de choque muy alta, aunque sea muy improbable, puede llegar a romper el mosquetón.

¿Cómo evitarlo?

Por pura física, a mayor masa mayor inercia. De este modo, utilizando un mosquetón cuyo gatillo tenga poca masa, la posibilidad de que se abra por inercia es menor; estos cierres recomendados para evitar la apertura intempestiva son los gatillos de alambre o de hilo, mucho más ligeros y que hacen que los chapajes sean algo más fáciles y su posibilidad de apertura accidental mucho menor.

Otra opción es utilizar mosquetones de seguro para ese primer chapaje (hay opciones suficientemente pequeñas, ligeras y seguras para este fin) o utilizar dos mosquetones con los gatillos contrapeados (mirando en direcciones opuestas) para minimizar el riesgo.

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Primeros chapajes tras salir de reunión colgada. Alto riesgo de efecto latigazo en caso de caída

7. Paso incorrecto de la cuerda

Un chapaje erróneo y peligroso se realiza al pasar la cuerda desde la cara exterior del mosquetón hacia la cara que está pegada a la roca, de modo que, en caso de caída, la tensión ejercida por la cuerda puede recaer sobre el gatillo, abriéndolo de un modo instantáneo y provocando la salida de la cuerda. Esto que es sencillo de hacer en escalada deportiva o en chapajes cómodos, a veces no se cumple cuando hemos colocado un alargue a la cinta y se queda revirado o cuando el chapaje se realiza desde una posición no habitual.

¿Cómo evitarlo?

El chapaje se ha de realizar siempre de modo que la cuerda que sale del asegurador y termina en el nudo de nuestro arnés pase de dentro (lado de la roca) hacia fuera (lado exterior). Trata de realizarlo desde una posición cómoda o practica el chapaje desde diferentes posiciones.

8. Mala orientación del gatillo en una travesía

Al realizar una travesía o flanqueo horizontal, hay que vigilar la posición del gatillo del mosquetón por el que pasa la cuerda. El gatillo no debe de estar nunca en la dirección hacia la que avanza quien escala, ya que en caso de caída la tensión de la cuerda podría abrir el gatillo provocando la salida de la cuerda del mosquetón.

¿Cómo evitarlo?

Coloca el conjunto express de tal modo que el gatillo del mosquetón por el que pasa la cuerda quede en dirección contraria al avance de la cordada.

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La cuerda de dentro hacia afuera y con los dos gatillos en dirección contraria al avance de la cordada

9. Palancas peligrosas en anclajes o aristas

A veces, la ubicación de un anclaje no es óptima y provoca que el mosquetón no trabaje de forma óptima o quede apoyado parcialmente en la roca. En caso de caída, el mosquetón sufriría una peligrosa palanca para el que no está diseñado (solo los mosquetones K lo están) y es probable que el impacto de la caída lo parta o lo dañe gravemente.

¿Cómo evitarlo?

Se supone que la ubicación errónea o peligrosa de anclajes en escalada deportiva no debería suceder. En caso de seguros flotantes, trataremos de evitar esta situación colocando el anclaje en una ubicación idónea y en caso de seguros fijos buscaremos el modo de alargar el conjunto para evitar el brazo de palanca.

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El chapaje del clavo genera una peligrosa palanca en el mosquetón

10. Usos incorrectos

Entramos en un listado que podría ser inacabable. Realmente podríamos considerar que cualquier uso de un mosquetón para unas especificidades para la que no está diseñado, ya sería utilización errónea. Mosquetones HMS que se utilizan para poleas, mosquetones en forma de D para asegurar con nudo dinámico, mosquetones portamateriales y de progresión en los cabos de anclaje... todos los casos posibles darían para el capítulo de un libro de terror.

Así pues, detallamos unos pocos (y desgraciadamente algo comunes) usos incorrectos que de vez en cuando se dan a los mosquetones:

  • Uso de mosquetones de bloqueo automático en barrancos acuáticos

Uno de los mayores peligros en el barranquismo es el de quedarse atrapado en una recepción agitada de agua sin posibilidad de soltarnos de la cuerda. Normalmente, las técnicas de rápel ajustado evitan este problema, pero en el caso de no haberlo previsto o haberlo ejecutado mal, la necesidad de una liberación rápida es básica.

No poder abrir el mosquetón de un modo instantáneo es un problema grave en esas situaciones y los mosquetones automáticos no se manejan tan bien como los de rosca con guantes o manos frías o mojadas. Si ha entrado arena o algún elemento sólido dentro del cierre, el problema puede ser fatal.

Es por ese motivo por el cual es esencial evitar el uso de mosquetones de bloqueo automático en barrancos, ya que la imposibilidad de desbloqueo puede provocar un accidente grave.

  • Uso de mosquetones no K en ferratas

Mismo caso en la realización de vías ferratas. Los mosquetones especiales para ferrata son reconocibles por el estampado K (de Klettersteig, vía ferrata en alemán) que indica que han pasado una normativa especial. En la parte que más importa de esta normativa, se exige bloqueo automático, una apertura mayor que en el resto de mosquetones, una resistencia longitudinal mayor y una resistencia en palanca sobre arista que no es requerida a ningún otro tipo de mosquetón.

Por estos motivos, no es nada recomendable utilizar mosquetones que no sean de tipo K en los mosquetones utilizados para vías ferratas.

  • Uso de maillones no homologados

Los maillones son una de las piezas más económicas y útiles en la equipación de quien escala. Entre otras muchas funciones, permite un abandono rápido y seguro en caso de dificultades, por lo que deberíamos tener al menos uno siempre en nuestro arnés.

Los requisitos de resistencia en la homologación son las más exigentes de todo el conjunto de los mosquetones, necesitando aguantar un mínimo de 25 kN en longitudinal y 10 kN en transversal para aprobar el estándar.

Además de esto, al utilizarse habitualmente como punto central en instalaciones de rápel, es más que posible que numerosas cordadas empleen esta pieza a lo largo del tiempo. Por estos motivos, es esencial no dejar nuestra seguridad pendiente de la resistencia de maillones no diseñados para la utilización en escalada.

  • Desgaste en los descuelgues de las reuniones

El cuidado de las instalaciones colectivas en montaña debería de ser algo en lo que todo el mundo estuviera concienciado, sin embargo nos cansamos de observar prácticas que deterioran y desgastan innecesariamente material básico de seguridad.

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Desgaste prematuro de mosquetón de descuelgue

Una de esas prácticas perniciosas es el utilizar los descuelgues para realizar escaladas en top rope ya que provoca un rápido y peligroso desgaste de la instalación. Este desgaste implica debilitamiento del material y puede generar aristas en el metal peligrosas para el paso de la cuerda. Para ensayar vías en polea deberíamos utilizar material personal.

Falta de mantenimiento

Este tema ya lo hemos tratado de un modo completo y extenso, te ponemos el enlace dos párrafos más abajo. No podíamos dejar de mencionarlo aunque propiamente no sería error de uso.

Los mosquetones, a pesar de lo que pueda parecer por su aparente simplicidad, tienen un estudiado diseño para optimizar la mayor resistencia con el menor peso. En el caso de los mosquetones de seguro y más concretamente en los automáticos, además, el mecanismo interior de cierre tiene piezas que, por nuestra seguridad, siempre deberían estar en óptimas condiciones.

Te remitimos a este artículo sobre los cuidados y mantenimiento de los mosquetones y todo tipo de mecanismos metálicos en la equipación de escalada donde podrás aprender cómo conservarlos de un modo perfecto a lo largo de toda su vida útil.

Daños en los mosquetones: Desgaste, corrosión y microfisuras

Pueden darse casos de daños en los mosquetones apreciables a simple vista muy evidentes como un ajuste incorrecto del gatillo, desgastes u otros problemas como corrosión. En todos esos casos, sobra decirlo, hay que desechar inmediatamente el mosquetón.

Sin embargo, existe una creencia de que no solo en los daños visibles está el riesgo. Desde hace muchísimos años en la rumorología popular corre la afirmación de que la existencia de microfisuras tras una caída, golpe o solicitación fuerte de los elementos metálicos podrían afectar a la resistencia de un asegurador, mosquetón o descensor.

Ya en su día Pit Schubert desde su puesto se encargó de desmentirlo definiendo la existencia de microgrietas como de “cuento”, de modo que la recomendación es que si no existen daños aparentes y el funcionamiento es correcto, se puede seguir utilizando un dispositivo metálico tras un golpe fuerte.

Otro caso sería una práctica no recomendada por ningún fabricante. El grabado de las piezas metálicas afecta a la resistencia de los dispositivos metálicos, de modo que no se debería realizarse en ningún caso.

Esperamos que te haya interesado este artículo y que hayas aprendido cómo utilizar los mosquetones y qué errores evitar durante su uso. Puedes visitar nuestra página web o pasarte por nuestras tiendas para echar un vistazo a la gama que te ofrecemos.

Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.

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