Fundas de vivac: dormir al raso con garantías

A pasar la noche con total despreocupación por la humedad. Foto Alberto Hernández

Ya para Don Quijote el dormir al raso "era hacer un acto posesivo que facilitaba la prueba de su caballería" y Gastón Rébuffat afirmaba "Algunos alpinistas se sienten orgullosos de haber realizado todas sus ascensiones sin vivac. ¡No saben lo que se pierden!".

Paradigma del excursionismo ligero de varios días, solución de emergencia o fin en sí misma, la funda de vivac ha ido evolucionando con el tiempo a modelos mucho más cómodos, resistentes, ligeros y prácticos que aquellas primeras fundas de piel de cordero del conde Russell o las más recientes bolsas de plástico empleadas cuando no existía otra oportunidad de proteger los sacos de dormir. No es un elemento imprescindible si las condiciones son las adecuadas, pero previene grandes problemas y elimina la incertidumbre en el caso de que alguna nube amenazadora se cierna sobre nuestro vivac.

¿Quieres conocer algo más sobre los vivacs? Echa un vistazo a este enlace sobre consejos para realizar vivacs en cualquier circunstancia y luego sigue aquí aprendiendo a elegir tu funda.

¿Qué es una funda de vivac?

La funda de vivac es uno de los elementos básicos de acampada ligera, un cubresaco que añade protección impermeable para nuestro saco de dormir. Utilizado como sustituto ultra ligero de las tiendas de campaña, su uso ha sido utilizado tradicionalmente en aquellas actividades en las que no se podía o no se quería cargar con las clásicas tiendas de campaña.

Foto Carlos López-Torres

Vías de escalada de bigwall o durante aperturas, travesías de varios días con tiempo previsiblemente estable, acampadas más o menos improvisadas junto al coche o, muchas veces, como elemento de protección en el caso de no confiar en llegar al refugio a tiempo, las fundas de vivac han acompañado a quienes han optado por la ligereza desde los primeros tiempos del alpinismo.

Los motivos para prescindir de la tienda de campaña y optar por una funda de vivac pueden ser variados, pero casi siempre convergen en que afectan a actividades en las que no se puede plantar una tienda de campaña por diversos motivos como no encontrar lugar adecuado para ello, como en cumbres de roca desnuda o paredes verticales, aquellos lugares con legislación que impida el montaje de las tiendas (te invitamos a que eches un vistazo a nuestro artículo sobre legislación y permisos en las acampadas) o, simplemente, para ganar tiempo y también espacio en la mochila sustituyendo la bolsa más o menos voluminosa de una tienda de campaña por el embalaje compacto de una funda de vivac. Si el fast & light es lo tuyo, te invitamos a leer el artículo sobre senderismo ligero y sobre material de acampada ligero.

Foto Mountain Equipment

No solo la lluvia es el enemigo del vivac. Por supuesto también la nieve, pero no hay que olvidar la niebla, el viento o incluso el rocío de la mañana cuando estamos durmiendo sobre hierba. Las posibilidades de despertar con el saco humedecido por las condiciones exteriores son diversas y bastante frecuentes cuando no utilizamos una tienda de campaña.

¿Qué ventajas tiene utilizar una funda de vivac?

Ya hemos mencionado que en el momento en el que decidimos dejar la tienda en casa o en el coche y nos lanzamos al monte con una funda de vivac ganamos en espacio en la mochila y menor peso y, por tanto, menor esfuerzo. A su vez, esto nos permite llevar mochilas más pequeñas y ligeras y también ir más rápido, pudiendo completar las jornadas con más tiempo de margen y con menos cansancio, lo que se traduce a su vez en más seguridad para acabar la actividad propuesta sin percances imprevistos.

El uso principal de la funda de vivac es evitar la humedad mientras estamos durmiendo, no solo por la evidente incomodidad y riesgo para la salud de dormir con el saco mojado, sino también por las consecuencias que eso traería como llevar más peso (un saco empapado puede multiplicar su peso) y la alta posibilidad de estropear el material, sobre todo en el caso de los sacos de plumas.

Si la funda de vivac es buena, no solo nos aísla de la humedad, sino que también debería ser cortavientos. Es el viento uno de los elementos que pueden convertir de una manera más rápida un vivac confortable en una experiencia desapacible, de modo que además de preparar la zona donde vamos a dormir de un modo adecuado, la función cortavientos de nuestra funda nos va a ayudar también a superar con éxito la noche.

Foto Carlos López-Torres

Llevar una funda adecuada nos va a evitar tener que trasladar nuestro vivac en mitad de la noche. No era raro hasta la popularización de fundas de vivac con la suficiente calidad, que una inoportuna lluvia ligera o una niebla demasiado densa arruinara una noche mucho antes del amanecer, dejando a quien estuviera vivaqueando con la necesidad de moverse del lugar donde estuviera, si es que eso era posible. Recordemos que en aperturas de vías de escalada o en bigwall, marcharse cuando viene la lluvia no siempre es una opción y, a veces, toca aguantar y esperar que la lluvia pase y desear que los efectos no sean demasiado negativos.

Otro de las funciones de la funda de vivac es la de proteger de daños. Desde las problemáticas más nimias como una mancha mientras estamos cenando o desayunando dentro del saco hasta las más desastrosas como una raja que deje el relleno, pluma o fibra, al exterior, una funda de vivac también puede ser una excelente barrera contra los deterioros que puedan sufrir nuestros sacos.

Queremos incluir también una ventaja que mucha gente asume, pero con la que hay que tener cuidado. Utilizar funda de vivac, incrementa unos pocos grados de temperatura confort de nuestro saco. ¿Por qué decimos que hay que tener cuidado con esta ventaja? Porque si bien es obvio que colocar más capas sobre nuestro cuerpo nos va a hacer estar más calientes, la realidad es que esto solo es práctico cuando la funda es de suficiente calidad como para que nos deje transpirar en caso de necesitarlo. Luego incidiremos en eso.

Restricciones de uso

Hasta ahora parece que la funda de vivac es la panacea para ahorrar peso, espacio y esfuerzo, pero no todo son ventajas. Si lo que queremos es un elemento de nuestra equipación que nos resista las más duras condiciones atmosféricas de lluvia, nieve y viento tendremos que recurrir a la tienda de campaña o, tampoco descartes esta opción, saber renunciar a la actividad cuando objetivamente las condiciones no son las adecuadas para su realización. Te dejamos el enlace a nuestro artículo sobre tiendas de campaña para que sepas cómo elegirlas adecuadamente.

Foto Alberto Hernández

Una tienda de campaña, además, proporciona espacio y habitabilidad para dos o más personas en el caso tener que compartir actividades como alimentarse, consultar un mapa, planificar la actividad o socializar de algún modo como jugar a las cartas, por poner un ejemplo sencillo de entender.

Igualmente sería una temeridad fiar una actividad de varios días a la funda de vivac como único medio de protección contra la intemperie en nuestras noches. Si bien la fiabilidad de las previsiones meteorológicas nos hace tener más claras las condiciones que nos vamos a encontrar a varios días vista, lo cierto es que esas predicciones son menos seguras cuanto más se alejan en el tiempo. Encontrarnos por la noche en medio de una tormenta sin otra protección que la de una funda de vivac, puede convertir nuestros sueños en una pesadilla.

Al igual que en casi todo el material de montaña, existen diseños, calidades de los materiales y acabados que modifican por completo los resultados técnicos en una funda de vivac. Consulta bien las características de la funda que hayas elegido para evitar desagradables sorpresas cuando la necesites a pleno rendimiento.

Preparando el vivac. Foto: Mikel Iraola Gracia

¿Qué materiales buscaremos en una funda de vivac?

El exterior de las fundas de vivac suele estar realizado en dos materiales principales: poliéster, si lo que queremos es una funda ligera y con materiales hidrófobos, o poliamida, si lo que queremos es un material resistente y duradero.

En el interior pasa algo parecido. Normalmente encontraremos tres tipos principales de materiales que nos aseguren la impermeabilidad. Estos son:

• Teflón microporoso: Aunque lo conocemos como Teflón, el nombre técnico es politetrafluoroetileno expandido (ePTFE). Material muy resistente y microporoso que garantiza unas considerables cotas de impermeabilidad con una transpirabilidad más que satisfactoria. El único punto en contra en estos modelos es el del precio, ya que suelen ser las fundas de vivac más caras. Los ejemplos más conocidos son eVent y Gore-Tex.
• Poliuretano microporoso: Revestimiento interior de poliuretano inducido de estructura microporosa que permite la salida de vapor de agua pero no la entrada de gotas desde el exterior. Pertex Shield es uno de los nombres propios más conocidos de este sistema.
• Poliéster: membranas sin poros formadas por cadenas moleculares hidrofílicas que absorben el vapor de agua y lo evacuan al exterior. Los modelos con Sympatex son los más conocidos de esta gama.

Trilogy Bivy de Millet con Pertex Shield

Llegados a este punto debemos de insistir en la importancia básica de que la funda de vivac tenga las costuras termoselladas. Es algo más que evidente, el mejor material impermeable deja pasar agua por las costuras si no están termoselladas, pero conviene recordarla ya que a veces aparecen ofertas increíbles que esconden trampas como la de no tener un termosellado completo de todas las costuras.

¿Qué características necesitamos en una funda de vivac?

Entre las características evidentes a la hora de buscar una funda de vivac, la más perentoria será la de hacer que nuestro saco entre sin problemas dentro de la funda. El tamaño de las fundas ya suele ser suficientemente holgado para permitirlo, pero si estás utilizando un saco manifiestamente voluminoso será mejor que lo compruebes antes de hacer la inversión y, sobre todo, antes de salir al monte a probarlo.

No solo el tamaño es importante por la lógica de que el saco ha de caber dentro, sino para dejar al saco, sobre todo los de plumas, expandirse sin barreras para permitirle que trabaje en plenas condiciones. Si la funda es estrecha o corta, el plumón no podrá expandirse totalmente y, además de la incomodidad por la falta de espacio, no se podrá crear todo el espacio de aire caliente que hace que el plumón abrigue. Normalmente el tamaño mínimo necesario será de 215 centímetros de longitud y unos 80 centímetros de anchura.

Aunque no la hemos nombrado la primera, la siguiente razón es la básica y el motivo por la que nos compramos una funda de vivac: la impermeabilidad de la funda ha de ser la suficiente como para aguantar una lluvia moderada en un breve plazo de tiempo. Este dato se puede convertir en datos objetivos con la columna de agua: a partir de 5000 milímetros de columna de agua ya tendremos una funda de vivac con una protección correcta en la mayor parte de las condiciones de montaña, siendo las que superan los 8000 milímetros de columna de agua las mejores para aguantar incluso un breve aguacero.

Trailhead de Rab. Columna de agua de 10000 mm y MVTR de 10000 g/m2/24 h

Normalmente las fundas de vivac vienen con un tratamiento hidrófugo de fábrica (DWR, o repelencia duradera al agua, por sus siglas en inglés), pero infórmate bien antes porque hoy en día es esencial que lo lleven. Igualmente te recomendamos que ese tratamiento sea libre de fluorocarbonos para que su degradación no ocurra en un medio tan sensible como es el de la alta montaña.

Pero no solo la impermeabilidad es importante. Aunque dormir en la montaña no sea una actividad en la que a priori vayamos a sudar, es posible que una mala elección del saco nos lleve también a pasar demasiado calor incluso si está lloviznando. Es por eso que no se debe pasar por alto la capacidad de transpirar del sobresaco, eligiendo fundas de vivac con un MVTR mínimo de 5000 g/m2/24 horas, siendo las de 10000 g/m2/24 horas las más recomendables.

Otro factor que nos puede hacer decantarnos por uno u otro modelo es la facilidad de transporte que viene determinada por el peso y las dimensiones recogida. Lo habitual sería un intervalo de peso entre 300 y 700 gramos (hay mucho más ligeras y también más pesadas) y unas dimensiones no superiores a los 13 x 20 centímetros.

Ultralite Bivy de Mountain Equipment. Solo 108 gramos.

Hay que tener en cuenta que la compactabilidad viene determinada por el grosor de la tela que forma la funda de vivac y que le da cualidades de resistencia e impermeabilidad, de modo que no quiere decir que un modelo más pesado vaya a ser menos práctico. Normalmente los datos de grosor del tejido no están suficientemente detallados en todos los modelos; generalmente la base es más gruesa que la parte superior, pero hay diferencias entre los modelos. Normalmente una funda de poliamida de 40 o 50 denieres ya se considera bastante robusta, aunque las hay incluso más recias. Hay que tener en cuenta todas las variables de material principal, grosor del hilo y número de hilos por superficie, pero son datos que cuesta encontrar en la mayoría de las fundas de vivac.

Otro aspecto importante es el de los accesorios. Entérate bien de si la funda que estás pensando en comprar tiene cremallera para acceder más fácil (ojo con esto, es un punto débil de la funda que tiene que estar bien confeccionada y diseñada) y si tiene buenos ajustes de cierre, así como cuánta parte de la capucha permite cubrir una vez que está cerrada.

Fundas de vivac

Esperamos que este artículo te haya servido para tener los criterios adecuados para elegir bien tu funda de vivac. ¿Te has quedado con más dudas? Entra en nuestra web o pásate por nuestras tiendas físicas y consúltanos todo lo que necesites. Estamos para ayudarte.

Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.