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Sistemas de izado con poleas

El izado de un peso en pared, tanto se trate del petate de escalada o de nuestro compañero de cordada, supone siempre una tarea exhaustiva, a no ser que se trate de un bulto ligero. Cada vez que izamos un peso mediante el empleo de cuerdas, mosquetones y material diverso de escalada, el esfuerzo está servido. No solo por el problema físico del izado, sino también por la complejidad del montaje del sistema de poleas.
El izado de un peso en pared, tanto se trate del petate de escalada o de nuestro compañero de cordada, supone siempre una tarea exhaustiva, a no ser que se trate de un bulto ligero. Cada vez que izamos un peso mediante el empleo de cuerdas, mosquetones y material diverso de escalada, el esfuerzo está servido. No solo por el problema físico del izado, sino también por la complejidad del montaje del sistema de poleas.

Son varias las circunstancias por las cuales nos veremos obligados a montar un sistema de izado de pesos. Y a pesar de la diferencia del terreno de juego, las técnicas a emplear van a ser muy similares. Algunos ejemplos muy comunes pueden ser los representados a continuación.

- Escalada en grandes paredes. Durante la escalada en grandes paredes en vías que requieren varios días para su realización será preciso transportar una gran variedad de material y equipo. Para ello será necesario disponer de petates o bolsas de pared con el fin de organizar y poder transportar tal material por la vía de reunión a reunión. En rutas de varios días de duración tales petates aumentarán de tamaño y peso, debido en parte a la necesidad de disponer de más alimentos, equipo y sobre todo agua. El transporte de botes agua aumenta en gran medida el peso de nuestro petate, de ahí la necesidad de realizar una logística adecuada. Con el fin de subir el o los petates a la reunión será preciso montar un sistema simple o compuesto de poleas en la reunión, con el motivo de ayudarnos con el esfuerzo que ello supone. En la foto 1, observamos una ascensión en el Gran Capitán con material y equipo para pasar varios días en la pared.

- Autorrescate en pared. Ante una situación en la cual es necesario subir a nuestro compañero a la reunión sin su colaboración y mediante el empleo de cuerdas será preciso también montar un sistema de poleas en la reunión. La diferencia de pesos entre el rescatador y rescatado nos indicará que sistema de poleas emplearemos. Tales situaciones pueden ser aquellas en las que el compañero se ha hecho daño y le es imposible continuar, se encuentra enfermo u otros motivos en los cuales el escalador es incapaz de continuar escalando y carecemos de su colaboración. No cabe duda que las maniobras de descenso en situaciones de autorrescate son menos complicadas y agotadores que las de izado pero en ocasiones será necesario el montaje de poleas.Bien para alcanzar una buena repisa, bien para alcanzar la cima con rapidez, bien con el fin de facilitar otro itinerario de descenso mas adecuado, o simplemente con el fin de acceder con comodidad o una mayor conveniencia a equipos de rescate. En la foto 2 observamos un izado a la reunión de un escalador mediante el empleo de un sistema de poleas.

- Autorrescate en grietas. Durante la progresión glaciar existen posibilidades de caídas en grietas. En ocasiones el compañero puede acceder por sus propios medios mediante el empleo de la cuerda para salir de las profundidades de la grieta. Sin embargo en otras ocasiones será necesario montar un sistema de poleas con el fin de izar al compañero de la grieta. Ello será preciso cuando no disponemos de colaboración y ayuda por parte de él. En la foto 3 observamos un rescate en grieta mediante el empleo de un sistema de poleas en N.

- Rescate en montaña profesional. Son muchas las ocasiones en las que los equipos profesionales de rescate en montaña se ven obligados a realizar sistemas de poleas con el fin de izar al herido a una zona de evacuación. Las técnicas de autorrescate son básicas y nos pueden sacar de muchos apuros, no obstante los equipos organizados de rescate disponen de otros materiales de rescate alternativos al sistema de poleas, por ejemplo tornos de rescate. Sin embargo y dependiendo de la situación del terreno, material y personal disponible los sistemas de poleas son empleados muy a menudo, de acuerdo con las necesidades. En la foto 4 observamos el empleo de un torno de rescate durante maniobras de rescate organizado.

Los sistemas de izado de poleas son también conocidos como polipastos, y su función es la de simplemente reducir el esfuerzo a la hora de izar un peso mediante el empleo de la física. Para ello empleamos sistemas de frenos y poleas con el fin de facilitar las maniobras de rescate o izado de pesos. Existen diferentes formulas teóricas a la hora de comprobar la relación entre el esfuerzo y el peso. Por ejemplo para una polea fija el esfuerzo es igual al peso, en una polea móvil el esfuerzo aplicado es igual a la mitad del peso y en una combinación de polea fija y móvil reducimos el esfuerzo a un tercio del peso. Si continuamos aplicando poleas y frenos podemos reducir el esfuerzo al mínimo, eso sí, un trabajo lento y el cual requiere el empleo de mas cuerda. Decimos teóricas porque en la realidad disponemos de diversos factores que afectan a la relación entre esfuerzo y peso. El tipo de polea empleado puede minimizar el rozamiento, enemigo número uno de tales maniobras. Si en lugar de poleas empleamos mosquetones el rozamiento será mayor, afectando al resultado real de la formula. De igual manera el tipo y calidad de la cuerda afectará el resultado, debido a los estiramientos y flexibilidad del material.

Reuniones

Las reuniones tienen que ser siempre sólidas, de al menos dos o tres puntos sólidos de anclaje y trianguladas mediante una cinta o cordino de reunión. Si es posible siempre intentaremos de instalar la reunión en la horizontal, y si es necesario podemos incluso montar un par de triángulos de fuerzas a la par, con el fin de mantener la reunión limpia y operativa. Si la reunión no es segura podemos caer en el desastre. Hemos de recordar que cuando realizamos sistemas de poleas sobre la reunión vamos a cargar ésta con mas peso, debido a un simple problema físico. Si por encima combinamos las poleas con sistemas de contrapeso, mucha mas carga en la reunión. De ahí la necesidad de siempre reforzar los anclajes de la reunión. En hielo y nieve sobre el glaciar la reunión sigue las mismas normas que en la roca. Sólidos anclajes a base de tornillos de hielo, estacas de nieve y piolets. Y alejados del borde de la grieta. Una triangulación perfecta y equilibrada, en la que el punto central de la reunión es el anclaje del sistema de polea.

En ocasiones podremos instalar reuniones y sistemas de poleas en repisas en las cuales nos podamos mover y trabajar con comodidad. Otras veces tales reuniones han de ser colgadas, incómodas, pero que sin embargo pueden ser eficaces. Recordemos que el mayor enemigo a la hora de izar un peso es el rozamiento. Tal rozamiento lo encontraremos cada vez que la cuerda toca la roca, y de peor manera, en aristas o salidas de repisas. Si la reunión se encuentra al fondo de una repisa grande hemos de tener la precaución de proteger la cuerda contra la roca en la salida de la repisa. Tal rozamiento puede eventualmente romper la cuerda y si no, al menos hacer que nuestra maniobra de recuperación de cuerda sea mas penosa. Intentaremos colocar una mochila, una polea, un trozo de madera o un piolet (en rescate en las grietas del glaciar) con el fin de minimizar el rozamiento. Una repisa grande nos permitirá caminar al momento de recoger cuerda a través de la polea, ayudándonos en el desarrollo del proceso de izado. Por otro lado, una reunión colgada no nos permitirá caminar durante el izado del peso, pero sí que nos permitirá colgarnos de la cuerda en contrapeso y de tal manera ayudar con el izado. Utilizaremos nuestro cuerpo a modo de contrapeso, atados a la cuerda con un sistema de nudo bloqueante, jumar, grigri, etc. utilizando nuestro cuerpo como el bloque de cemento que contrapesa un ascensor en un edificio. Si disponemos de mas compañeros las tareas de izado serán menos penosas, pero ello no siempre es posible, de ahí la necesidad de disponer del conocimiento de sistemas desmultiplicados de cuerda. En la foto 5 observamos una reunión en horizontal con dos triángulos de fuerzas. Tal sistema nos permite una mayor organización y claridad en la reunión. Uno de los puntos de la reunión lo podemos utilizar para anclar la cuerda fija del compañero durante la escalada en grandes paredes y el otro punto podemos emplearlo para instalar la polea de ascenso del petate. Al margen de ofrecer dos puntos de anclaje independientes tales triángulos forman parte de una misma reunión. En la foto 1 también observamos la amplitud de la reunión, durante una ascensión en el Gran Capitán, con el fin de ayudar con la organización y seguridad de los anclajes.

Sistemas simples de polipastos

Son aquellos que nos permiten el izado de un peso sin demasiadas complicaciones, empleando poleas y sistemas de freno sencillos. Con tales sistemas podremos realizar izados de hasta 3 en 1 o sistemas en N.

- Sistema 1:1. Con un metro de cuerda empleada conseguiremos subir el peso un metro. Es un sistema rápido pero que requiere de un mayor esfuerzo.
- Sistema 2:1. Con dos metros de cuerda empleada conseguiremos subir el peso dos metros.
- Sistema 3:1. Con tres metros de cuerda empleada conseguiremos subir el peso un metro. Este sea quizás el sistema de izado mas popular, también conocido como sistema en N. Con tal diseño una persona media de unos 80 kilos seria posible de subir un bulto equivalente a su peso.
- Sistemas 4:1, 5:1, 6:1, etc. Con cuatro, cinco o seis metros de cuerda desplegados solamente subiremos un metro el peso. Es un proceso lento pero que en ocasiones puede resultar necesario, debido a la gran diferencia entre el peso y la persona o personas encargada de izarlo.

Elementos del sistema de izado

- Poleas. Gracias a ellas evitamos problemas de rozamiento en el sistema. Han de ser móviles con el fin de ofrecernos tal ventaja. Las poleas han de disponer de un rodamiento metálico y no de plástico, con el fin de ofrecer una mayor resistencia. La mayoría de las poleas metálicas suelen estar diseñadas para aguantar grandes resistencias, no obstante antes de emplear una hemos de estar seguros 05de que ésta ha sido diseñada para aguantar grandes cargas y en uso para rescate. En el caso de no disponer de poleas podemos improvisar y colocar dos mosquetones (si es posible simétricos y de seguro), con el fin de reducir el rozamiento de la cuerda contra la superficie metálica. En la foto 6 observamos una polea metálica móvil simple.

- Polifrenos. Sistema de frenado instalado en la cabecera de la reunión y compuesto por una polea móvil y un sistema de freno que puede ser un aparato mecánico tipo jumar o bien un nudo autobloqueante. Ello permitirá subir el izado de una carga sin que esta retroceda cuando dejemos de tirar de la cuerda. Hoy en dia disponemos de poleas diseñadas con un sistema de bloqueo incorporado a estas con el mismo fin que los polifrenos. Son cómodas y sencillas a la hora de utilizar. Los grigris pueden en ocasiones efectuar el mismo servicio, con el único inconveniente que la polea interior no es móvil. En la foto 7 observamos una polea con sistema de freno incorporado tipo minitraxion. En la foto 6 observamos una polea en combinación con un nudo de bloqueo Marchard a modo de freno. El nudo Marchard (en este caso unidireccional) funciona perfectamente con la polea y la pequeñez de ésta evita que el nudo se pueda introducir a través de la polea.

- Bloqueadores. Aparatos mecánicos que colocamos en la cuerda con el fin de realizar reenvíos y desmultiplicaciones. Si es posible emplearemos mecanismos de bloqueo sin levas punzantes con el motivo de dañar menos la cuerda durante el proceso de izado.

- Nudos autobloqueantes. Realizan el mismo trabajo que los bloqueadores mecánicos pero están diseñados con cordinos. Los mas empleados son los Machard con uno y dos senos y el nudo Valdostano.

Sistemas de polea simple o americano de izado de pesos

La cuerda la pasaremos por la polea, en este caso con sistema de freno incorporado, como vemos en la foto 7. El petate o carga lo tenemos a la izquierda de la polea y a la derecha colocamos un aparato de ascensión mecánico (tipo jumar) con el fin de ayudarnos a tirar de la cuerda. Si no disponemos de aparato mecánico podemos emplear un nudo autobloqueante para sustituirlo. A continuación simplemente hemos de cargar el ascensor mecánico (jumar) con el fin de poder subir la carga. Es un efecto contrapeso, tiramos de un lado de la cuerda (derecho) para poder subir el otro (izquierdo). Si es preciso podemos colocar un estribo en el ascensor mecánico con el fin de ayudarnos a tirar de la cuerda, a base de fuerza de pierna. Si la carga es mas pesada podemos incluso atarnos al ascensor mecánico y emplear nuestro cuerpo a modo de contrapeso, tirando de la cuerda de la izquierda hacia arriba al mismo tiempo que descendemos en el lado derecho. Durante tal maniobra permaneceremos atados a la reunión con la cuerda de escalada dejándonos un poco de gaza con el fin de facilitar el movimiento. En reuniones colgadas tal sistema funciona bien. En repisas dispondremos de un poco mas de rozamiento.

Sistema de polea 3:1 ó en “N”

Si la carga es muy pesada hemos de desmultiplicar el sistema con el fin de ayudarnos a subir el peso sin deshacernos en el agote. El sistema en N ayudará a subir el peso con menor esfuerzo que el visto anteriormente, eso sí, con mas lentitud.

NOTA. Como principio general a la hora de tirar de la cuerda hemos de intentar siempre de tirar hacia la reunión, eso es, de abajo hacia arriba. Ello lo hacemos con el fin de no sobrecargar demasiado la reunión, sobre todo en aquellas de seguros no muy sólidos y aquellas formadas en hielo y nieve. No cabe duda que las reuniones siempre han de ser a prueba de bombas, pero todos sabemos que en ocasiones, y sobre todo en situaciones críticas de emergencia, esto no ocurre. Motivo por el cual hemos de intentar que esas reuniones no reciban extra carga. En reuniones colgadas tal principio es también difícil de conseguir, de ahí la necesidad de siempre disponer de buenas y sólidas reuniones.

Reuniones colgadas

Volviendo al ejemplo anterior del sistema americano o simple de izado. Si añadimos un ascensor mecánico apuntando hacia abajo en la cuerda del peso y le colocamos una polea con el fin de reducir rozamiento construiremos un sistema de 3:1. Ahora la cuerda va hacia arriba. Será difícil tirar de ella mientras permanecemos colgados en la reunión de ahí que tengamos que reenviarla a la reunión con el fin de poder tirar hacia abajo como hicimos en la foto 7. En la foto 8 observamos tal descripción. El ascensor (jumar) amarillo se enfrenta hacia abajo con el fin de ayudar a izar la carga. Le colocamos una polea por la cual pasamos la cuerda de tracción. Esta la reenviamos a la reunión, si es posible con otra polea. En la cuerda de la que hemos de tirar colocamos el ascensor (jumar) azul, con el fin de ayudarnos a subir la carga.

Si con ello todavía disponemos de demasiado peso podemos cargarnos de la cuerda de tracción. En la foto 9 observamos como en lugar de atarnos a la reunión empleamos un sistema de descenso o aseguramiento (en este caso una plaqueta de freno) con el fin de cargarnos en la cuerda y así poder tirar de ella y subir al compañero. Este sistema en N está realizado sin el empleo de poleas y utilizando nudos autobloqueantes en lugar de aparatos mecánicos. Hemos de recordar que nos siempre dispondremos del material adecuado, y hemos de improvisar.

Reuniones en superficie plana

En este caso podemos de tirar hacia arriba de la cuerda de tracción. Si volvemos a la foto 3, vemos un rescate en grieta glaciar. Tiramos de la cuerda hacia arriba empleando para ello una reunión a base de tornillos de hielo. En la foto 10 observamos otro ejemplo de sistema en N. En este caso empleamos en lugar de una polea un nudo de corazón. Tal nudo permite tirar de la cuerda en un sentido y detener la carga en el otro, como si fuera un polifreno. Para tirar de la carga hemos colocado un nudo Marchard bidireccional ha modo de freno con un mosquetón y del cual tiraremos de la cuerda. En la foto 11 observamos otro ejemplo de sistema en N. Esta vez disponemos de polea con nudo autobloqueante en la cabecera y un freno mecánico tipo shunt con polea con el fin de realizar la tracción.

En todos estos ejemplos tiramos hacia arriba, hacia la reunión. Si disponemos de ayuda extra (mas personas) podemos todos tirar de la cuerda, caminando hacia la reunión. Es preciso que durante tal proceso vigilemos que el peso o compañero suba sin problemas y siempre bajo control, sin tirones de cuerda y sin que se nos quede atascado en un resalte de la pared. Si disponemos de mas personal, alguien se puede quedar al borde de la repisa o pared a modo de observador y enlace entre el bulto o compañero y los rescatadores. Existen muchas combinaciones durante la confección de sistemas en N, pero al final el diseño apuntará al mismo objetivo: reducir esfuerzo sin demasiadas complicaciones.

Sistemas complejos de polipastos

A partir de aquí emplearemos mas cuerda para subir un poco el peso, eso sí, con poco esfuerzo. Las combinaciones son numerosas, todo depende de nuestro objetivo y de la relación peso-esfuerzo. Con el fin de no complicarnos demasiado nos centraremos en una manera rápida y sencilla de pasar de un sistema en N o 3:1 a un sistema en 5:1.

- Sistema 5:1. Reduciremos el esfuerzo en gran medida, pero pagaremos en lentitud. No obstante en ocasiones puede ser beneficioso. En la foto 12 observamos un sistema 5:1 mediante el empleo de un cordino auxiliar. Esta vez en la cabecera empleamos un freno tipo tibloc y por el cual pasamos la cuerda. En la cuerda hemos colocado un nudo Marchard bidireccional a modo de freno. Si pasamos la cuerda directamente por el mosquetón realizaremos un sistema de 3:1, pero no, esta vez añadiremos un cordino auxiliar con el fin de confeccionar un sistema 5:1. Atamos el extremos del cordino auxiliar a la reunión y traemos el resto hasta pasarlo por el mosquetón del freno instalado en la cuerda. Hacemos un nudo y colocamos otro mosquetón por el cual pasaremos la cuerda de tracción que sale de la polea (en este caso un tibloc). A continuación solo nos resta tirar de la cuerda con el fin de subir el peso. Como hemos dicho anteriormente tiraremos cinco metros de cuerda con el fin de subir solo uno. Eso sí, con menos esfuerzo.

La simplicidad es un factor muy importante durante la confección de sistemas en maniobras de autorrescate y escalada en grandes paredes.

El material disponible en el momento y la grado de gravedad de la situación determinarán que sistema de izado emplearemos. No cabe duda que si las diferencias de peso entre el izador y el izado son grandes mas desmultiplicaciones que habremos de aplicar en el sistema. Al final solo la practica nos ayudará a realizar tales maniobras con soltura y seguridad.

Son muchas las variaciones y material que podemos emplear durante la confección de sistemas de izado. Lo más conveniente es practicar con el material mínimo disponible, pues nunca se sabe de lo que dispondremos cuando sea necesario. Durante la escalada en grandes paredes si que podemos predecir el material y de ahí la necesidad de elegir el más adecuado y práctico para ayudarnos a subir el petate sin problemas.

El resto… practica. Mucha, como todo.


Izado a la reunión de un escalador mediante el empleo de un sistema de poleas.


Foto 1

Foto 2

Foto 3

Foto 4

Foto 5

Foto 6

Foto 7

Foto 8

Foto 9

Foto 10

Foto 11

Foto 12

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