No es difícil encontrar una buena
dosis de confusión, incomprensión
e indiferencia en un gran
número de usuarios en lo referente
a las novedades técnicas que temporada
tras temporada implementan las tablas de
esquí. Hay quien asume que cada vez responden
mejor, sin importarle el por qué; hay
quien intenta entenderlo...pero no es sencillo;
hay quien discute con vehemencia en foros y
après-ski sobre los avances; y por supuesto,
hay un buen número de población blanca que
considera que estos avances no son más que
nombres que la industria inventa para hacernos
comprar nuevas tablas.
Hemos decidido escribir un artículo que intente
clarificar de una vez por todas qué es esto del
Camber, Rocker, las haces de carbono. Que
ayude a aquellos que tienen dudas, clarifique
conceptos, y sirva para que aquellos que de
un tiempo a esta parte han notado cómo los
nuevos esquís conducen y reaccionan mucho
mejor que los antiguos entiendan el por qué.
Cedemos la palabra a nuestro compañero Javier Gutiérrez Menchaca,
“Chaka”, responsable de la sección de esquí de Barrabes Benasque, y miembro del Equipo Barrabes, Escuela de Esquí y Montaña
¿De verdad es necesario otro artículo sobre el
Rocker?. Pues, humildemente, creemos que
sí. Vamos a ello.
Si aún eres de los que al ver un esquí con rocker
y 90 mm de patín sigue diciendo aquello
de “esto para la nieve de aquí no es” deberías
seguir leyendo.
Mostrarte las múltiples soluciones a las que las
marcas llegan a través del uso del dichoso rocker
para esta temporada 2014/2015 nos servirá
como disculpa para aclarar ciertas cuestiones
que consideramos capitales para entender
de qué va esto.
Una nomenclatura anglosajonísima, farragosa
y redundante será uno de los escollos que trataremos
de salvar en tu camino hacia la sabiduría.
Antes de nada; definir los que, en nuestra opinión,
son los dos conceptos que más han interactuado
con el rocker para crear los esquís
actuales:
Sidecut
Literalmente “corte lateral”. Por aquí Línea de
Cotas, o más familiarmente “las cotas” o (sic)
“el carving” de un esquí. Forma curvilínea que
presenta el canto de un esquí debido a las
diferencias de anchura entre espátulas y colas
(normalmente más anchas) y el patín (normalmente
más estrecho).
Camber
Arco o puente por estos lares. Si enfrentamos
suela contra suela un par de esquís con camber;
estas solo se tocarán en dos secciones
conocidas a su vez como “puntos de contacto”.
Uno de estos “puntos de contacto” se encontrará
próximo a la espátula y el otro a la cola.
La mayor separación entre ambas suelas se
encontrará debajo del lugar que ocuparía el
centro de la bota.
¿Claro?. Pues ahora...
UN POCO DE HISTORIA
Sondre Norheim, habilidoso esquiador y reputado
constructor de esquís, natural de Morgedal,
Región de Telemark (Noruega), da el
pistoletazo de salida al esquí moderno cuando
en 1868 demuestra ante el público de Oslo el
viraje Telemark y el viraje Christiania (este último
de su invención). Lo hace, además, sobre
unas tablas con un patín 4,5 mm más estrecho
que la espátula. Ese día, los milenarios esquís
rectos para desplazamientos rectos pasan a
ser esquís curvos para desplazamientos curvos.
La “rectitud” que, hasta aquel día, solo
había dejado hueco al divertimento en tímidas
competiciones de saltos (rectos, claro) se torna
curvilíneo entusiasmo.
Rápidamente el fenómeno se expande desde
las llanuras y suaves colinas nórdicas a todas
y cada una de las montañas del planeta gracias
a sucesivas innovaciones en el diseño
y construcción del material de esquí. Cronológicamente
y ciñéndonos exclusivamente a
las tablas: Laminado de diferentes maderas,
inclusión de cantos metálicos, construcciones
sandwich, suelas plásticas, laminado de composites
y partes metálicas, núcleos sintéticos,
construcciones cap, esquís parabólicos (carving)
y..., sí, en el 2002, de la mano del inefable
Shane McConkey y sus Volant Espatula,
llega el Rocker.
El camber, sacrosanta curvatura y garante
del “nervio” o “alma” de un esquí ve como su
reinado, de al menos ocho milenios, se desmorona
de la noche a la mañana. El camber
había repartido el peso del esquiador por toda
la longitud del esquí desde que el mundo es
mundo. En lo sucesivo se verá relegado a zonas
cercanas a la bota, cuando no directamente
exiliado.
Rock and Roll
Por aquel 2002 la resaca del carving comenzaba
a llegar. Los esquís profundamente acotados
de aquellos años , cortos y diseñados
para ir sobre el canto, tenían cierta tendencia
a engancharse en nieves profundas. Una primera
solución no se hace esperar y las longitudes
y los anchos de patín para fuera de pista
empiezan a crecer; pero, claro, eso ralentiza
tremendamente el cambio de cantos. La solución
es provisional.
El Rocker (de rockerchair, mecedora en inglés)
hace aparición en el esquí alpino cuando,
en busca de flotabilidad en nieve polvo,
se adaptan diseños de esquíes acuáticos en
esquís alpinos. En un principio el término Rocker
era equivalente a lo que hoy conocemos
como Reverse Camber o más comúnmente
Full Rocker.
Al enfrentar por las suelas un par de esquís
full rocker estas solo contactarán en una zona,
más o menos amplia, próxima al patín del esquí.
Un full rocker nunca presentará camber.
Cuando en 2006, ya con McConkey bajo el ala
de K2, llega a las tiendas el primer K2 Poontoon
el fenómeno rocker se globaliza. En torno
a ese año todas las marcas comienzan sus
primeros experimentos con combinaciones de
rocker y camber en esquís anchos.
Las marcas rápidamente empiezan a plantear
nuevos enfoques. Inspiradas por esos primeros
rockers primitivos comienzan a soñar con
nuevas maneras de repartir el peso del esquiador
a lo largo del esquí. Se comienza a combinar
zonas de camber reducidas con espátulas
y colas que, inspiradas en los primeros esquís
mecedora de años atrás, comienzan a alzarse
progresivamente desde puntos de contacto
desplazados hacia el centro geométrico del
esquí.
A estas extrañas colas y espátulas que comienzan
a alzarse antes de lo que era habitual
también se las acaba conociendo como rocker.
Así, según estas se alcen más o menos
próximas al centro del esquí y más o menos
abruptamente diremos que el esquí tiene más
o menos rocker.
Por extensión, actualmente, cualquier esquí
con camber y espátula con rocker será un esquí
rocker. Actualmente son inmensa mayoría
los esquíes que adoptan esta configuración.
Si además un esquí presentara rocker en la
cola diremos que es “doble rocker”.
El nuevo descubrimiento se amalgama con
los avances geométricos de la era “carving” en
busca del esquí definitivo: Un esquí que conduzca
y derrape, estable a altas velocidades
y dócil cuando vamos despacio, con un patín
que nos deje flotar pero que no ralentice el
cambio de cantos.
A partir de aquí el invento comienza a colonizar
gamas: Freeride, freestyle, las gamas polivalentes,
los esquís de travesía, y finalmente
los esquís de pista e incluso las gamas race.
De esa manera, la combinación entre Rocker
y Camber será diferente y adaptada para cada
tipo de esquí. Un ejemplo: los esquís con All-
Terrain Rocker de K2 (los más polivalentes)
tendrán un 30% de rocker, y un 70% de camber.
Mientras que los modelos con Powder Rocker, preparados para flotar en nieve polvo profunda, tendrán un 50% de Rocker, y un 50% de Camber. Puede verse la diferencia de curvatura al apoyar de costado para girar; pero lo importante es que, con el sistema Rocker+Camber, de una forma u otra, con una mayor o menor curvatura que dependerá de los porcentajes, siempre apoya la totalidad del canto en la nieve a la hora de esquiar, con lo que eso supone en cuanto a control del esquí y conducción del mismo.
VAMOS A LO QUE IMPORTAN: LAS TABLAS DE ESQUÍ DE ESTE AÑO
Decíamos unas líneas más arriba que el camber,
entre otras funciones, reparte el peso del
esquiador por toda la longitud del esquí. desplazar
por ejemplo, el punto de contacto cercano
a la espátula hacia el centro del esquí
creará una zona entre dicho punto y la espátula
que no recibirá peso del esquiador cuando
el esquí esta plano o poco canteado (transiciones
entre virajes).
Elan, con su tecnología Amphibio, llevan unos
años haciendo una curiosa interpretación de
este principio. Su gama más polivalente retrasa
el punto de contacto de la espátula más en
un canto que en otro del esquí. Eso crea unos
esquís (asimétricos) que en su canto interior
(el predominante durante el viraje) llevan una
construcción camber tradicional y en su canto
exterior (el más susceptible de engancharse
en los inicios y finales de curvas) un ligero rocker.
Esto facilita enormemente las transiciones
entre virajes de una manera tan simple como
eficaz que, con muy poquito rocker, ha sorprendido
a propios y extraños las últimas temporadas.
Conducen y derrapan. El Amphibio
78 TI, el Amphibio 82XT y el femenino Insomnia
son los Amphibios más representativos
esta temporada.
Los sidecuts profundos de la era carving han
tenido que adaptarse y rediseñarse al compás
de la evolución de las diferentes combinaciones
de rocker y camber.
El principio fundamental de un esquí carving
es que al cantearlo la diferencia de anchura
entre la espátula y la cola (más anchas) y el
patín (más estrecho) llevará al esquí a deformarse
bajo el peso el esquiador adaptando
forma de arco hasta que toda la longitud del
canto toque la nieve.
Hace unas temporadas en Völkl se hicieron
una pregunta. ¿Como tendría que ser un esquí
que, mediante el rocker, llevara ya incorporado
parte de ese buscado arco que se forma
al cantear?. La respuesta: Full Rocker, no demasiado
acotado, con un flex longitudinal muy
progresivo y con una rígidez torsional a prueba
de bombas. Dicho y hecho, conducir y derrapar.
Si hasta ahora Völkl te había parecido hi-tec,
prepárate. Gracias a su On Piste-Full Rocker
los RTM 80 y RTM 84 no defraudarán al que
busque sensaciones deportivas sin que la polivalencia
se resienta.
Elan y Völkl son ahora mismo las marcas que
parecen seguir más volcadas en dotar a sus
esquís en la gama all mountain de un apecto
más Hi-Tec con acanaladuras y nucleos 3D.
Sin embargo, no son ajenas a un fenómeno
imparable ya: La madera, injustamente olvidada
los años locos del carving, ha vuelto para
quedarse. Cada día más diseños dejan ver su
núcleo de madera a través del laminado.
La interacción entre geometrías parabólicas y
rocker en las gamas all mountain y montañeras
ha traido cierto “relax” en los flex longitudinales
de los esquís. Eso, unido a la dificultad
de construir núcleos muy anchos en materiales
sintéticos, ha vuelto a poner de moda diseños
basados en la madera y los acabados
sandwich.
Salomon o Atomic, tan amigas en otro tiempo
de conceptos innovadores en cuanto al
perfilado de los núcleos, apuestan a día de
hoy (como casi todas las demás marcas) por
acabados más planos y sobrios. Acabados en
los que la madera y las partes sandwich van
ganando terreno en la gama alta. Ni rastro ya
de las construcciones Doubledeck en la gama
polivalente de Atomic.
Ambas marcas apuestan por rockers muy progresivos
en la espátula y una larga zona de
camber hacia la parte trasera del esquí en sus
modelos all mountain de este año. Así mismo,
la gama de esquí de montaña de Atomic incorpora
rocker en la espátula y unos preciosos
acabados con núcleos en madera reforzados
en fibra de vidrio y haces de carbono a la vista.
Aquí haremos un inciso para hablar de otra
tendencia imparable ya:
El uso de haces de carbono
La forma en la que estos son usados en combinación
con telas de fibra de vidrio para reforzar
los núcleos de madera ha evolucionado mucho
las últimas temporadas. El carbono permite
reforzar localizadamente ciertas partes de
los esquís sin tener que acudir a las, a veces,
antiestéticas acanaladuras de los núcleos 3D.
La maestría con la que K2 y Atomic entretejen
el carbono en su gama de esquí de montaña
da prueba de ello. Atrás quedaron los primeros
intentos por parte de K2. ¿Os acordáis de los
filamentos de carbono deshilachados y torcidos
que se veían en los Obsethed y Fujas de
hace unos años?. Eso se acabó. Precisión quirúrgica
en el laminado de composites.
El uso de dicha tecnología en los Chasis XX
de los X-DRIVE 8.8 y 8.3 de Salomon corta la
respiración.
Otro fenómeno cada vez más asociado al rocker
que no podemos dejar de reseñar es el de
los Sidecut Convexos en las proximidades de
colas y espátulas.
Aquí pediremos otro poquito de imaginación:
Colocamos un esquí de pie frente a nosotros y
pasamos la mano por su canto izquierdo. Los
tramos de ese canto con una curvatura forma
de C (es un decir) son los tramos de sidecut
convexo. Los tramos con una curvatura en forma
de D (imaginación; recuerda) son los tramos
de sidecut cóncavo.
Si a estas alturas ya te has perdido puedes
echar un vistazo a la foto de al lado, de un
Rossignol Saffron, para entenderlo:
Al esquiador con ojo clínico esto ya le sonará
de los esquíes carving: Por un lado sidecuts
cóncavos con su zona más estrecha bajo la
bota que finalizaban abruptamente en colas y
espátulas en los esquís más nerviosos y deportivos.
Por el otro sidecuts cóncavos con zonas
de sidecut convexo en las inmediaciones
de colas y espátulas para esquís más dóciles
y polivalentes.
Armada lleva años perseverando en este concepto
con sus polivalentes TST. Un sidecut
cóncavo muy cerrado bajo los pies, que permite
conducir increíblemente en pista su patín de
102 mm, y unas generosas colas y espátulas
con rocker y sidecut convexo. Las cotas más
anchas de cola y espátula se encuentran en
las zonas con rocker y por lo tanto sólo tocan
nieve cuando esta es profunda o cuando el
esquí trabaja muy canteado y arqueado longitudinalmente.
El sidecut convexo permite que
esas cotas máximas entren y salgan del baile
sin engancharse.
Los últimos años muchas más marcas han ido ahondando en esta idea. Rossignol la interpreta a su manera en su gama de Freeride. Sus bonitas espátulas translúcidas con núcleo de panal de abeja (Air Tips) han dado mucho que hablar desde la pasada temporada.
Dynastar es otra de las marcas que también apuesta por este concepto. En la gama Cham de travesía y freeride encontramos algunas de las espátulas rocker con sidecut convexo más “generosas” del mercado. Cham High Mountain 87 y Cham High Mountain 97 son las apuestas de Dynastar este año para ese segmento, entre el esquí de travesía clásico y el freeride, tan al alza estas últimas temporadas. Y no queda aquí la cosa. El concepto del sidecut cóncavo en los rocker parece ser también el hilo conductor de la gama polivalente de Dynastar para este año. Ahí están para demostrarlo los Powertrack 84 y Powertrack 79.
Dynafit, por su parte, sorprendió el año pasado con los Cho Oyu y Nanga Parbat al meterse de lleno en esto de los sidecuts convexos en el Rocker. Su apuesta es una larga transición neutra entre el sidecut cóncavo y el convexo en el comienzo del rocker (Scoop). Este año el concepto se lleva a toda la gama, remozando para adaptarse a los nuevos tiempos dos de sus buques insignias en pasadas temporadas: El Baltoro y el Seven Summits.
Ski Trab son otros que se suman a esta fiesta con su gama Attivo. El Altavia, sin duda, dará que hablar como esquí para todos. Ahora ya solo queda que te acerques a escudriñar como un auténtico “connoisseur” las sugerentes curvas de sidecuts y rockers de esta temporada. Lanzamos una pregunta a modo de despedida: ¿Esto del rocker, toca techo o acaba de empezar?. El tiempo lo dirá.