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Alex Txikon renuncia al K2 invernal esta temporada

12 de Septiembre de 2019  |  Deja tu comentario
Ante las expediciones anunciadas, decide abandonar su intento para el próximo invierno.

Alex Txikon, el pasado año en el K2. Foto: Alex Txikon
Alex Txikon, el pasado año en el K2. Foto: Alex Txikon

Esta temporada se ha anunciado la posibilidad de varias expediciones invernales al K2. Alguna, como la polaca, parece ser que se pospone hasta otro año, ante la imposibilidad de encontrar alpinistas con garantías para afrontar el reto, y otras, como la anunciada por el celebre Nirmal Purja, está sin confirmar. También se espera confirmación definitiva de una expedición francesa.

Por contra, Alex Txikon acaba de anunciar que, a pesar de verse con mucha fuerza, energía y motivación para volver a intentarlo -sobre todo tras lo aprendido el pasado invierno-, a pesar de haber tenido la mirada puesta en el K2 durante los últimos meses, y a pesar de tener incluso parte de su equipo ya en Pakistán y en el campo base, renuncia a la expedición del próximo invierno.

Al parecer, en la decisión pesa bastante la deriva que está tomando el ochomilismo, y la posibilidad de problemas con algunas de las expediciones anunciadas: “Viendo la gran expectación generada por los muchos que quieren intentarlo, hemos decidido, muy a mi pesar, no volver al K2 este año. Después de ocho temporadas de expediciones invernales, sentimos que este no es nuestro momento.”

Alex no ha olvidado las circunstancias que acontecieron con la expedición rusa en su intento del pasado año, y posiblemente considera que, para alcanzar la cumbre, no son las condiciones adecuadas.

“Me gustaría recordar que hace no mucho tiempo atrás, en el año 2016, nos encontrábamos en el Nanga Parbat. Fruto de un arduo y duro trabajo por parte de Ali Sadpara y el resto del equipo, conseguimos equipar la vertiente del Diamir por la ruta Kinshofer. Cuando solo faltaba el ataque a cumbre, invitamos a dos personas más a que se sumaran a nuestro equipo. He aquí la demostración de cómo la colaboración entre dos expediciones pueden dar resultados muy diferentes, dependiendo de la seriedad y del grado de implicación. Sin duda, fuimos capaces de escribir ese capítulo de la historia porque realizamos un trabajo magnífico aunando fuerzas, no compitiendo”, afirma Alex sobre la primera cumbre invernal de la historia en el ochomil pakistaní.

La experiencia del pasado año, así como los numerosos intentos a ochomiles en invierno que tiene en su haber, le han enseñado a Alex que las expediciones pesadas, con largas permanencias en altura, no son eficaces en el K2: “Las expediciones invernales no son ir y besar el santo, hay que estar ahí, hay que apretar los dientes desde que sales de campo base. En invierno, prevalece la velocidad frente al viejo estilo soviético de resistencia en campos de altura. Has de ser capaz de soportar temperaturas de 40 grados bajo cero y vientos extremadamente violentos, no los 12 grados bajo cero que hubo en el día de cumbre del k2 el año pasado. En el invierno, la exposición y el compromiso son altísimos y creo que solo unos pocos alpinistas cuentan con garantías suficientes de escalar el K2 invernal.”

Estilo que contrasta con el elegido por otras expediciones, como puede verse en estas claras declaraciones de Krzysztof Wielicki, director del proyecto polaco: “Creo que es más importante alcanzar la cumbre en el K2 que el estilo. El primer ascenso es lo que cuenta. Todos recuerdan a Edmund Hillary por la primera cumbre en el Everest, nadie recuerda que fue con oxígeno. Él está en la memoria porque fue el primero. Creo que esto es lo importante; el estilo es secundario.”

La pregunta es: ¿Pueden convivir en el K2 invernal estilos tan contrapuestos, que por definición no pueden colaborar sino competir? La respuesta de Alex Txikon, vista su decisión, parece clara:

“En la primavera de 2004, por poner un ejemplo, en el Makalu (8463 mt ) estábamos algo menos de 20 personas, hoy día puede llegar a haber 400. Y no es tanto cuestión de cuántos éramos entonces o de cuantos seamos ahora, sino de cómo se hacen las cosas. Nadie es más que nadie, pero las tendencias actuales en los 8000 no se encaminan ni de lejos a las expediciones de antaño. Si analizamos las actividades que se realizan por debajo de los 8000m, la mayoría son innovadoras, en estilo alpino y con un criterio alpinístico muy alto. A diferencia de lo que sucede en los "Big 14", en los que la foto de cumbre prevalece frente a todo lo realmente importante y lo de verdad relevante, pasa a ser irrelevante.

Por nuestra parte, creo que desde nuestra primera expedición invernal hemos tratado de mostrar la realidad con objetividad. Lo hemos intentado siendo fieles a nuestros principios, a nuestros valores, evitando caer en los patrones y parámetros actuales.”

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