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Cliente de una expedición comercial denuncia a su guía al abortar el intento de cumbre por motivos de seguridad. Reclama 100.000 euros

Un millonario de Silicon Valley ha demandado al guía y líder de la expedición comercial que había contratado para alcanzar la cumbre del Everest, al abortar el intento por motivos de seguridad. 100.000 euros de indemnización.

El monte Everest, en los tribunales de San Francisco. Foto: Carlos Pauner
El monte Everest, en los tribunales de San Francisco. Foto: Carlos Pauner

Antes o después, tenía que pasar. Un tal Zachary Bookman, CEO de la multimillonaria compañía de servicios en la nube para gobiernos OpenGov, ha denunciado al guía Garett Madison tras haber abortado este último la expedición al Everest que el primero había contratado en 2019 debido al alto riesgo existente por la presencia de un serac amenazante en la Cascada del Khumbu, según informa Gripped. Bookman había pagado 69.500 dólares por su participación en la expedición comercial.

Everest 2019. El gran serac del Khumbu. Antecedentes de la denuncia

La temporada de post-monzón (otoño) en el Everest apenas pudo comenzar.

Había en la montaña varias expediciones con alpinistas consagrados, con diversas intenciones, formadas entre otros por el británico Tim Emmett o el polaco Andrzej Bargiel, quien un año antes había conseguido el primer descenso sin esquís desde la cima del K2, y pretendía en ese momento convertirse en el primero en esquiar desde la cumbre del Everest sin empleo de oxígeno suplementario, ni en ascenso ni en descenso.

También se encontraba allí Kilian Jornet y, algo extraño en los últimos años para ser otoño, una expedición comercial. Estaba organizada por Garett Madison (10 cimas en Everest, único estadounidense con 2 cimas en K2, ascensiones rápidas a algunos otros ochomiles, 10 años de experiencia en la zona, con 60 clientes en cima en Everest).

Como decimos, era la excepción: las peores condiciones alejan a las expediciones comerciales en otoño, lo que aprovechan alpinistas como los citados para realizar actividades imposibles con la montaña llena. Como un descenso integral con esquís y sin oxígeno.

El caso es que, cuando las expediciones llegaron al campo base, y tras trabajar los sherpas del equipo de Madison hasta el campo 1, constataron que un enorme serac se había desgajado de la pared, y que no había caído aún arrasando la cascada del Khumbu al quedarse en equilibrio inestable sobre roca, a punto de desprenderse. El serac media unos 50x30x20 metros, y el peso calculado del mismo era de unas 27.000 toneladas, el equivalente a 675 trailers cargados. Un serac mayor que el que, formado en la misma zona, mató a 16 alpinistas sherpas en 2014.

Así que, tras esperar un tiempo y ver que no caía, con todo complicado por las malas condiciones reinantes, las expediciones, excepto Kilian Jornet, decidieron abandonar sus proyectos. Jornet consideró que, yendo solo, y con la velocidad a la que él puede moverse en terreno técnico, el tiempo que iba a pasar en la zona de riesgo era mínimo; no era el caso de los sherpas que tenían que equipar la cascada, ni el de clientes como Bookman.

Primero se fueron Tim Emmett y los polacos; Garett Madison, su equipo y dos clientes permanecieron en espera de que el serac cayera, hasta que definitivamente tuvieron que tirar la toalla.

Las palabras de Tim Emmett y Andrzej Bargiel

Para entender el riesgo existente podemos recuperar las palabras de Tim Emmett, uno de los mejores escaladores de hielo del mundo, nominado en varias ocasiones en la lista final de los Piolets d’Or, que publicamos al anunciar el fin de su expedición:

“Siempre se acepta algún nivel de riesgo cuando se está en la montaña, especialmente en las grandes montañas. A veces llegamos a ver anticipadamente un peligro significativo antes de que se desencadene, y esto nos permite tomar una decisión racional antes de que el desastre explote. Y ese es el caso en este momento”.

Palabras acompañadas por esta foto del propio Tim Emmett, por cortesía de Mountain Hardwear

Everest 2019, postmonzón; el serac amenazante. Foto: Tim Emmet, Mountain Hardwear
Everest 2019, postmonzón; el serac amenazante. Foto: Tim Emmet, Mountain Hardwear

O las también publicadas en nuestra web, de Bargiel y la expedición polaca:

“Estamos en nuestra tercera semana en el campo base del Everest. Las condiciones son bastante duras este año, ya que se ha alargado el monzón. La cota de hielo está verdaderamente alta, y la cascada de hielo en malas condiciones.

Pero lo peor es el serac, de unos 50 metros de alto y 30 de ancho, colgando 800m por encima de la ruta, separado de su estructura principal. Pasar por debajo es extremadamente peligroso. Desafortunadamente, no se puede aceptar esta clase de riesgo. Puede romperse y caer en cualquier momento. Hemos intentado esperar, pero no hay avances, y ni siquiera hemos podido aclimatar por encima del campo base. Así que debemos poner punto final a la expedición”.

La denuncia

La opinión y la decisión tomada por experimentados alpinistas de fama mundial, acostumbrados a afrontar riesgos en la montaña de notable manera, no ha parecido importar al CEO de OpenGov quien, considerando lo que había pagado, ha decidido que llegar a la montaña para no salir del campo base no es lo que esperaba. Bookman declara que “no soy una persona irrazonable. Pero, bueno, 69.500 dólares por un trekking de 5 días al campo base del Everest no pasa el test de la risa”.

Así que el cliente insatisfecho -que argumenta cosas como que “es como no atreverse a entrar en un bosque por si se cae un árbol”, y similares- ha presentado una denuncia en los tribunales de San Francisco pidiéndole a su guía 100.000 dólares como indemnización.

Y es que Mr. Zachary Bookman parece del tipo de personas acostumbradas a conseguir sus objetivos. Al parecer, hizo una lista de cosas que tenía que conseguir antes de los 40, y en ella podía leerse “escalar grandes montañas alrededor del mundo”. Y en sus planes no entraba ver frustrados sus objetivos por un molesto serac. Al no ser posible denunciar a éste en los tribunales locales, porque, de momento, un serac desgajado no es objeto constitutivo de derecho, ha decidido enfocar el pleito en el guía.

Las palabras de Garett Madison

Antes de la denuncia, al finalizar la expedición, ignorante de lo que le esperaba unos meses después, Madison motivó su decisión en el blog de la web de su compañía, Madison Mountaineering. Una compañía que, como todas, tiene claras cláusulas de no devolución del dinero; además de todos los gastos que una expedición comercial paga por adelantado (permisos, el dinero del oxígeno de los clientes, buena parte del pago de los alpinistas sherpas y Icefall doctors, etc), y de que los gastos en la montaña son los mismos se haga cumbre o no, imaginemos lo que ocurriría si los guías de montaña cobraran solo a cima hecha…

“No ha habido cimas en Everest esta temporada. Ni por nuestro equipo, ni por ningún otro. Hemos tenido la fortuna de coincidir con algunos de los mas grandes del mundo, como Kilian Jornet, Tim Emmett y Andrezj Bargiel y, excepto Kilian, todos tomaron la misma decisión.

El post-monzón ha sido duro; llegó tarde y muy fuerte, acumulando muchísima nieve incluso cuando ya estábamos en la montaña. A pesar de ello, abrimos la ruta hasta el campo 1. Pero entonces descubrimos el gran serac. Después de estudiarlo con un dron, determinamos que, si caía, iba a arrasar buena parte de la ruta, y no había forma de evitar el paso por esa zona. Ninguno de los equipos presentes, excepto Kilian, aceptaron el riesgo que suponía escalar ahí. Kilian se puede mover muy rápido y de forma autónoma, y podía justificar entrar en el área.

Esperamos que cayera, y a pesar de parecer mas precario cada día, eso no ocurrió. Esperamos hasta el 6 de octubre, cuando ya estábamos fuera de tiempo. El Everest ha sido una montaña totalmente diferente a la que yo había conocido en mis 12 expediciones primaverales anteriores.

Me alegra decir que nadie dudó sobre la inconveniencia de escalar bajo el serac. Estuvo claro para todos nosotros, excepto para Kilian, que el riesgo humano era demasiado alto, dada la precaria situación del serac. Un alpinista independiente, y profesional, puede asumir ese alto riesgo. Pero como guía de montaña profesional y líder de la expedición, no puedo exponer a mis clientes y mi equipo a un riesgo tan alto.

Aprecio lo receptivos que han sido nuestros clientes al entender los motivos y estar de acuerdo con esta decisión.

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