Finalizadas las obras del nuevo edificio de Góriz; ampliado el refugio

El edificio anexo de Góriz ha sido finalizado, y ya se encuentra dispuesto a funcionar a pleno rendimiento en cuanto, tras los actuales cierres provocados por la situación pandémica, se reabra el emblemático refugio pirenaico situado en el Parque Nacional de Ordesa, a los pies del Monte Perdido.

Han sido 13 años desde que la obra se inició. Una tardanza provocada tanto por los problemas de financiación como por la escasez de tiempo hábil disponible en un lugar de alta montaña y largos inviernos, con apenas 4 meses reales de trabajo en una ubicación de difícil acceso. Finalmente, la aportación de 350.000 euros realizada este año por la Diputación Provincial de Huesca ha servido para cerrar el proyecto. Las mayores aportaciones de fondos han provenido, además de la ya nombrada de la DPH, del Gobierno de Aragón, Parques Nacionales, y Federación Aragonesa de Montañismo.

La obra finalizada es una ampliación espacial, pero no de capacidad, que pasa de 72 a 80 plazas. El refugio, tiempo atrás, llegó a contar con un aforo para 100 pernoctas. Sin embargo, era totalmente necesaria, porque, además de la reforma de habitaciones de un refugio que tiene 60 años, las condiciones de habitabilidad y trabajo de los guardas eran penosas.

Los guardas del refugio de Góriz, hasta ahora, pernoctaban en tiendas de campaña durante los largos meses de temporada de verano, y realizaban su trabajo, sobre todo el de cocina, en condiciones muy precarias. Ahora tienen habitaciones en las que pernoctar, una cocina amplia y equipada, una zona de almacenamiento adecuada, y una recepción y oficina que permiten trabajar.

Con respecto al resto, las habitaciones cambian totalmente, reduciendo las nuevas en mucho el aforo de cada una (hasta ahora eran de hasta 40 plazas), todas ellas con baño propio. De esta forma, los servicios exteriores quedan para uso de la zona de acampada. También se ha renovado el sistema de depuración (los refugios de montaña aragoneses cuentan con depuración total de aguas, siendo un punto limpio necesario en la montaña).

A pesar de estar finalizado el nuevo edificio, queda pendiente la 2ª fase, que consiste en la rehabilitación y adecuación del edificio antiguo. Ya se ha actuado sobre la planta baja, pero los 60 años de un refugio que data de 1960 se han dejado sentir en la estructura: se van a dejar las paredes de piedra, pero hay que cambiar la cubierta, y adaptar distribución y finalizaciones a los tiempos actuales.